El régimen saudí utiliza la Supercopa de Italia para blanquear su imagen: 15.000 mujeres entraron al partido. Eso sí, todas en el tercer anfiteatro salvo las que tenían acceso, por vía matrimonial, a la zona VIP.
Las televisiones locales se encargaron de resaltar durante el partido la presencia femenina. Operación de propaganda con la complidad de la liga italiana: "Que haya 15.000 mujeres da una significación particular a este evento", decía Gaetano Miccichè, presidente del Calcio.
Indignación en el país transalpino
Mucho rechazo, sin embargo, hubo en Italia hacia este partido: hubo una manifestación ante la embajada saudí y el populista vicepresidente Salvini, que había dicho que el partido le daba "asco", se dio un baño de masas a la hora del encuentro para dejar claro que no estaba viendo.