Iván González, portero del Manlleu, protagonizaba este domingo una lamentable agresión al colegiado del choque ante el San Cugat (0-1), encuentro correspondiente a la Primera catalana. El árbitro le acababa de anular el gol del guardameta, que había subido a rematar el último córner del partido.
El meta del Manlleu, que celebraba con euforia el tanto del empate junto a sus compañeros, perdía los nervios al percatarse de que el árbitro anulaba el gol. Iván se tiraba de rodillas ante el colegiado, al que terminaba agrediendo por la espalda con una brutal patada.
Eduard Marginet, presidente del club, afirma que el portero está "destrozado y arrepentido". "No puede ni dar la cara".