Cristiano Ronaldo ha acudido a la Audiencia Provincial de Madrid para ratificar su pacto con Hacienda: el luso ha sido condenado a 23 meses de cárcel que no cumplirá y a casi 19 millones de euros de multa por fraude fiscal.
Ni videoconferencia, ni entrada por el garaje. Cristiano se tuvo que exponer a un 'paseíllo' de unos 50 metros antes de entrar a la Audiencia. Lo hizo cogido permanente de la mano de su pareja, la española Georgina Rodríguez.
El luso aparenta tranquilidad, e incluso parece que lanza un par de besos a la concurrencia: "En la entrada estaba relajado", comenta Eva Latonda, experta en comunicación no verbal.
Todo cambió a la salida
Sin embargo, todo cambia apenas una hora después, cuando la pareja sale de la Audiencia. Cristiano intenta disimular cierta conformidad con la sentencia: "¡Ya está, ya está! Bien, muy bien". Aunque nada más lejos de la realidad: "La tensión se notaba sobre todo en las manos. Agarraba muy fuerte y tiraba de su novia. Para él, ella era un amarre", analiza Latonda. .
"Su sonrisa 'profident' estaba mucho más apretada en la salida que en la entrada", reflexiona la experta en comunicación no verbal. A toda velocidad buscaban la salida.
Cristiano Ronaldo, condenado a 23 meses de cárcel y 19 millones de multa por fraude fiscal