Ante el frío, buen fútbol. Buen fútbol como el que hubo en el Metropolitano, en una gélida mañana en Madrid que invitaba a quedarse en casa más que a ir a un estadio al que hay que ir con mantas, abrigos y con todo tipo de atuendo invernal. Lejos de congelar a su propia afición, el Atlético regaló un encuentro al que tan solo le faltaron más goles. Los rojiblancos, liderados por un gran Vitolo, derrotaron al Levante por 1-0 gracias a un gol de de siempre: Antoine Griezmann.
Lejos del típico y tópico partido del Atlético, el del Levante fue un 'si parpadeas te lo pierdes'. En los primeros quince minutos, mismamente, ya hubo una ocasión clara marrada por Griezmann, una lesión de Stefan Savic, un cambio al entrar Giménez y un gol anulado VAR mediante. Jugada rápida la que lo originó, con Vitolo asistiendo a Koke y el vídeo señalando falta previa de Rodrigo. Acierto, como acertada fue la alineación del canario.
Porque el ex de Las Palmas, en el estado de forma que exhibió ante el Levante, está para ser titular por más Lemar que haya y por más 75 millones que se hayan pagado por él. Vertical, con las ideas claras, jugando y haciendo jugar a sus compañeros, Vitolo fue el mejor de un primer acto al que al Atlético tan solo le faltó el gol.
Juego había, y de sobra. Con las señas de identidad que hicieron campeón al equipo hace ya un lustro. Asfixiando al Levante en su propio campo y sin dejar siquiera que el balón rondase el área de Oblak. Eso sin balón, con él sin medianías y sin más filigranas que la de buscar la portería rival. Con Vitolo a los mandos, y con Rodrigo como siempre, los granotas bastante tenían con llegar al descanso con 0-0.
Porque Griezmann tuvo una incluso con Oier batido, pero no. Falló. No falló eso sí desde el punto de penalti, desde donde lleva ya tres de los nueve goles que ha anotado en este curso. La acción, una jugada entre Vitolo y Thomas, pase de la muerte y mano de Vukcevic cuando caía al césped. Pena máxima, que Antoine mandó a la red imposible para Oier.
No se echó hacia atrás el Atleti. Siguió animado y con la idea de continuar buscando un gol. Vitolo, líder hoy, a punto estuvo de marcar un golazo que habría sido sin duda el broche de oro a su actuación. Correa, activo en ataque en su puesto más natural, tan solo estuvo falto de acierto de cara a puerta. Y Griezmann es Griezmann. Con estar tiene pendientes a varios zagueros rivales.
El Levante no se amilanó ni se rindió claro está, consciente de que con un gol el trabajo estaba hecho sabiendo lo difícil que es el Metropolitano. De hecho, el siempre necesario 'momento Oblak' volvió a estar presente en el Atleti. Morales recortó a Giménez, pero no pudo batir a un esloveno que, como es costumbre en el mejor arquero del mundo, salvó a los suyos cuando tuvo que hacerlo. Y buena mano fuerte, con ayuda de Godín incluida, la que sacó cuando el partido se rompió a falta de diez minutos.
Los cambios, con Kalinic y Lemar al verde por Vitolo y Correa, sirvieron para sobre todo el canario se llevara un más que merecido aplauso. Otro 1-0 eso sí, un 1-0 que con más acierto bien podría haber sido un resultado más amplio. Con todo, tres puntos para un Atlético que finaliza la primera vuelta segundo con 38 puntos.