La afición del Real Madrid señaló al brasileño Danilo tras la derrota en la ida de los cuartos de final de Liga de Campeones, al dedicarle una sonora pitada cuando entró al campo por Dani Carvajal, en un encuentro ante el Eibar en el que el colombiano James Rodríguez aprovechó con gol su oportunidad.
A la espera de la resolución de los cuartos de final de Liga de Campeones tras la dura derrota en Wolfsburgo por 2-0, la afición madridista estuvo con sus jugadores y no señaló a ninguno salvo a Danilo. Lo avisaron cuando sonaron las alineaciones por megafonía.
Ligeros silbidos a James, como reprimenda por su acción calentando en banda y sin frenar su sonrisa por una broma tras saltar un espontáneo al terreno de juego cuando ya perdían 2-0. Y sonora pitada para Danilo, que sufrió mucho ante Julian Draxler todo el partido.
La goleada al Eibar (4-0), encarrilada desde los primeros compases del partido, impulsó las intenciones de los seguidores madridistas de estar con su equipo antes de una 'final' el próximo martes. El buen ambiente se ensombreció a los 63 minutos cuando Zinedine Zidane decidió dar descanso a Carvajal y entrada a Danilo en la banda derecha. En el momento el que se dirigió al centro del campo el brasileño ya escuchó el rechazo de su propia afición. Álvaro Arbeloa se dio cuenta y pidió el aplauso de la grada en vez del silbido. De nada sirvió, la cerrada ovación a Carvajal dio paso a una unísona pitada a Danilo, que no cesó cada vez que tocó el balón, señalado como gran culpable de la derrota europea. Zidane dio la oportunidad de reivindicarse a James. Después de sus declaraciones con la selección colombiana, reclamando más cariño y continuidad, no había tenido minutos. Ni uno en el Clásico del Camp Nou y tan solo 5 en Alemania. Ante el Eibar tuvo todo el encuentro para dejar máxima entrega. A los 77 minutos se le vio robar la pelota a un rival en la zona del lateral izquierdo del Real Madrid. Captó el colombiano el mensaje de máxima entrega por cada minuto y comenzó el partido listo para comerse el mundo. Era el minuto 4 con 14 segundos cuando conectó una falta ajustada al poste del portero, para marcar uno de los goles que más necesitaba desde que llegó a la casa blanca. Su quinto gol en Liga tuvo el gesto de Cristiano Ronaldo, que le dejó chutar una falta al borde del área que suelen llevar su sello, y una celebración respetuosa. Ni un solo gesto de rabia ni reivindicación demostrando que tiene la lección aprendida tras lo ocurrido en la banda de Wolfsburgo.