La Guardia Civil ha incautado la mayor cantidad de eritropoyetina (EPO) jamás requisada en Europa. Esta sustancia estupefaciente sirve para mejor el rendimiento los deportistas.
Se trata de más de 850 dosis viales y además el arresto de un médico de un hospital público en Cádiz que se encargaba de distribuirlos, por lo que esta sustancia estaba en curso legal y financiada con dinero público. Según el diario ABC, los medicamentos se sustraían de la clínica de diálisis de la que era responsable el médico detenido y después se introducía para el dopaje deportivo.
El modus operandi se basaba en que el doctor pedía el doble de la cantidad necesaria, se quedaba con la mitad y el resto lo distribuía para el ámbito deportivo. Los investigadores apuntan a que el doctor aprovechó los vacios legales sobre los controles sanitarios de la Junta de Andalucía para llevar a cabo la trama delictiva. Señalan también que ha podido estar robando medicación de forma ilegal durante casi una década.
Existen más personas involucradas, entre ellos un ciudadano serbio-húngaro con pasaporte esloveno que residía en Barcelona y los agentes de la UCO (Unidad Central Operativa) relacionan con el caso a un ex ciclista que hacía pedidos de EPO en las webs que comercializan el producto, realizando viajes de más de 2000 kilómetros para pagar al contado y no dejar rastro.
La Guardia Civil ha bloqueado más de 800.000 euros en cuentas bancarias y ha localizado más de 70.000 euros.
