Parapente
Horacio Llorens logra el 'grand slam' del parapente: así ha sido su gesta en el Karakórum
El mejor parapentista de la historia de España y leyenda de ese deporte ha firmado una increíble gesta en el Himalaya.
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Si alguien podía ser capaz de sobrevolar el Mustagh Tower, el K2, el Broad Peak y el Gasherbrum en 24 horas ese debía ser Horacio Llorens El seis veces campeón del mundo de parapente y leyenda de este deporte ha logrado lo imposible, el 'grand slam' del parapente mundial.
Horacio Llorens, que ya había protagonizado un histórico vuelo el pasado mes de junio sobre el K2, ha logrado sobrevolar en un día el Mustagh Tower, el K2, el Broad Peak y Gasherbrum. Un antes y un después en la historia del parapente.
El mejor parapentista de la historia de España ha relatado a Antena 3 Deportes su impresionante hazaña: "Muchas veces volábamos por zonas impracticables para aterrizar. No había aterrizaje directamente. O en otras podías aterrizar pero no podías salir caminando".
"Hemos llegado cuatro veces al K2 por diferentes versiones: a su cara suroeste, sureste, norte... En siete horas y media hicimos la Mushtag Tower, K3, Broad Peak y Gasherbrum", explica Llorens.
Eso sí, tiene la espina clavada de no haber podido superar el récord mundial de vuelo en altura, actualmente en 8047 metros, debido a las condiciones climáticas: "Es tan alto, hace tanto frío ahí arriba, que ya el viento no sube. No hay aire caliente que suba. Hemos soportado temperaturas de -30º".
El español utilizó como base el Campamento de Paju para sobrevolar en 24 horas estos cuatro míticos picos del Himalaya. El Mustagh Tower se eleva 7.276 metros sobre el nivel del mar, el K2 es la segunda montaña más alta del mundo con 8.611 metros, el Broad Peak cuenta con 8.051 metros y el Gasherbrum alcanza los 8.080 metros.
Horacio Llorens ha explicado en una entrevista a lugaresdeaventura.com cómo se plantearon este reto.
"Nuestra idea era despegar en Paju y meternos lo más profundo posible dentro del Baltoro, llegar al K2, al Broad Peak y las montañas adyacentes (todos los 8000 y 7000 que había), y regresar volando al Campamento base, descansar y probar otra vez. Siempre llevábamos en la mochila tienda de campaña, sacos de dormir, comida y agua para tres días, así como los instrumentos necesarios para sobrevivir en caso de aterrizar vivo y tener que volver al Campamento andando. Teníamos que estar muy preparados", cuenta Horacio Llorens.
"Ha sido un proyecto muy duro, mental y físicamente. Cada día era hora y media andando hasta los 4500 metros para luego volar unas siete horas", reconoce Horacio Llorens a lugaresdeaventura.com.
"Además, hay que tener cuidado con las temperaturas, te ponen al límite. Despegas con toda la ropa que te va a hacer falta cuando estés a 25 grados bajo cero, pero piensa que llevas andando 4 horas con todo el equipo a la espalda y, como te imaginarás, sudas como un pollo. En cuanto despegas te tienes que abrir todas las capas para no congelarte con tu propio sudor", explica Horacio Llorens.
Horacio Llorens relató cómo se logró el 'grand slam' del parapente.
"El día era excepcional, las térmicas ese día subían muy alto. Decidimos ir a una montaña nueva, a la que nadie antes había conseguido llegar volando, la Muztagh Tower (7276 metros). Aprovechamos esa montaña para acceder al K2 por otra vertiente (subiendo hasta los 7500 metros), pero seguíamos sin tener viento suficiente para batir el récord, así que decidimos volar hasta el Broad Peak y saltar al Gasherbrum IV (7925 metros). Con ese cuarto pico nos dimos por satisfechos y regresamos a Paju. Habíamos hecho historia", resume el parapentista español con extrema naturalidad.
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