Nuevos espacios
De iglesia a rocódromo: un parroquia en Bruselas se convierte en un templo para la escalada
La pérdida de feligreses y los gastos económicos que conllevaba el mantenimiento del edificio ha llevado a la Parroquia de San Antonio de Padua a transformarse, ahora es un rocódromo.
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La iglesia neogótica de San Antonio de Padua (Bruselas) terminó abandonada hasta ahora, que Maniak, una empresa de escalada se ha hecho cargo de ella y la ha transformado en un rocódromo. Este templo se construyó a inicios del siglo XX y paulatinamente ha ido perdiendo la importancia que tenia en sus inicios.
Ante la pérdida de católicos practicantes en las parroquias de Bélgica, estas se están convirtiendo en espacios algo inusuales como son restaurantes, hoteles, y ahora también en rocódromos. Ver muros con presas de escalada recubriendo los muros y las paredes de este templo es una imagen peculiar, pero ahora es el pan de cada día para los socios del rocódromo ubicado en esta antigua iglesia.
"Las cosas fueron muy bien, todo fue muy fácil, muy sencillo y muy bonito. Y lo sigue siendo ahora", asegura François Berkmens, uno de los socios de Maniak que dinamiza el rocódromo.
A la parroquia le gustó la propuesta, sobre todo por la idea de que este templo terminase teniendo un uso deportivo y social; además de paredes para escalar, esta empresa también ha instalado un bar, una escuela de escalada para niños y un salón de reuniones para celebrar cumpleaños o comer en comunidad.
Una tarea llena de desafíos
"Fue una situación en la que todos salimos ganando, porque la parroquia quería cuidar su edificio y preservarlo para la gente del barrio y nosotros queríamos abrir un rocódromo accesible y abierto para todo el mundo, ya sean familias que vivan en la zona, estudiantes o gente que esté de paso en Bruselas", apunta Berkmens.
Ahora cuentan con un contrato de arrendamiento de 30 años, durante los cuales pueden explotar la mayor parte del templo, salvo un pequeño espacio cerrado de la entrada que todavía sigue sacralizado y aún es apto para realizar oficios religiosos. Construir una sala de escalada en una iglesia fue un trabajo lleno de desafíos, empezando por el estado en el que estaba el edificio después de haber estado abandonado durante varios años: tenia goteras en el tejado, agua en el suelo, centenares de palomas y montones de basura es lo que se encontraron.
Sobre la construcción
Tras varios meses de duro trabajo para adaptar todo el espacio, lograron abrir sus puertas en junio de 2023, en un lugar donde acogerá a 150 escaladores al mismo tiempo y con una oferta que incluye modalidades de la escalada deportiva.
En la nave central de la iglesia, hay zonas para hacer pruebas de velocidad y distintas dificultades con cuerdas en paredes de una altura de hasta 18 metros. En cuanto al colorido del rocódromo todas las paredes estarán iluminadas con un colorido que llama la atención para todos los que entran en el templo.
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