Unos niños que recibían una clase de karate en un gimnasio de Estados Unidos no olvidarán el momento en que un coche se estrelló contra una pared del recinto. El vehículo llegó a invadir el tatami ante el susto de los pequeños.
Milagrosamente, el incidente se saldó sin heridos y con tan solo un susto enrome por parte de los pequeños y de su profesor de kárate.
"Es un milagro que no nos pasara nada cuando el coche entró porque en esa zona suele haber mucha gente", explicó el maestro de kárate de los pequeños.
Y es que el conductor podía haber provocado una masacre. Estaban en plena clase. Según la policía, perdió el control del vehículo bajo los efectos de las drogas.
"El tipo se mostró agresivo y violento cuando salió del coche, enfrentándose a mi y a otros adultos. Es bueno saber que está en la cárcel", admite el profesor de kárate.
Los chavales del gimnasio se lo han tomado con humor y han decorado la pared provisional con frases del tipo: 'prohibido aparcar'. Lo que no es una broma es lo que costará reparar la embestida, más de 20.000 euros.