El increíble reto de Jaan Roose a 188 metros de altura en pleno Róterdam

El slackliner estonio Jaan Roose caminó a 188 metros de altura sobre una cincha en el Wilhelminapier hasta las torres Zalmhaven en el puente Erasmus, en Róterdam (Países Bajos). Caminó 625 metros sobre una cuerda de dos centímetros de ancho, cruzando descalzo sobre el río Maas.

Jaan comenzó en el edificio Róterdam (149 metros) y acabó en el Zalmhaven a una altura de 188 metros. Una diferencia de altura que dificultaba mucho este reto entre unos edificios de mayor envergadura que la Estatua de la Libertad o las pirámides de Giza. Tardó 49 minutos en uno de los slacklines más largos jamás intentados.

Para más dificultad, Roose lo consiguió con un espectacular viento entre ambos rascacielos. Pone la piel de gallina verle balancearse y hacer equilibrios para evitar caer de la cuerda.

"El viento venía de lado constantemente, pero de pronto caía y eso hacía que yo levitase con la cuerda en el aire todo el tiempo. El viento cambió algo a mejor pero yo ya estaba cansado y mis músculos muy doloridos", explica.

"Me esperaba que el último tramo fuese el peor y el más loco porque estaba muy empinado. Si te fijabas en mí estaba todo el rato de arriba abajo y para los lados". Al final y para tranquilidad de todos, Jaan consiguió pisar tierra firme.

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