La voluntad humana es asombrosa y no deja de sorprender día a día. La historia de Italo Romano es de aquellas que demuestran que la fuerza de voluntad es mucho más fuerte que cualquier minuslavía física.
Y es que este skater brasileño no deja de asombrar allá por donde va. ¿Por qué? Por la simple razón de no tener piernas. Un hecho que para cualquiera supondrían una barrera infranqueable para practicar skate, pero no para este brasileño, que a los once años perdió las dos piernas en un grave accidente.
"La primera vez que me senté en un monopatín fue una liberación para mí. Te sientes muy bien al no tener que depender de nadie. Abandoné la silla de ruedas para siempre", explica Romano.
Sus trucos y habilidad encima de un monopatín ya son historia. En un deporte en el que las piernas podrían parecer algo imprescindible, Romano ha conseguido marcar la diferencia.
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