Jaqueline Strob, la boxeadora que sueña con ser sacerdote: "Duele que por ser mujer no se me permita"

El boxeo le enseñó a no rendirse, el ring ha dado a Jaqueline Strob las mejores lecciones de vida, siendo adolescente sintió la llamada de Dios y ahora pelea por la igualdad en la Iglesia. Los golpes no la frenan, quiere ser sacerdote.

Jackeline Strob se refugia en el boxeo, su sueño, imposible hasta el momento, es ser sacerdote: "Me siento llamada a ser pastora católica romana. Duele que solo por ser mujer no se me permita.", explica.

Del cuadrilátero saca su filosofía de vida, un entrenamiento duro para conseguir algún día lo que quiere ser: "Hay gente que no le gusta que boxee, me escriben mails o cartas insultándome. Cuestionan por ello mi vocación", cuenta.

Escribe cartas al Papa Francisco

Sintió la llamada de Dios siendo adolescente, ha estudiado teología y ha pasado por todas las funciones de la parroquia: "He estado muchas veces en esta parte, pero espero que me permitan también estar ahí, siendo sacerdote".

Incluso le escribe cartas al Papa para que la ordenen sacerdote, pero la Iglesia le manda una y otra vez a la lona, de la que le levantan su espíritu y los suyos. "Estaría muy bien que fuéramos la primera parroquia con una mujer pastora", dice un hombre. Seguirá luchando por ello dentro y fuera del ring.

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