Juegos Olímpicos París 2024

Ni fuego, ni carburante: el secreto que oculta la llama 'fake' del pebetero volador

Así funciona la llama olímpica voladora autosostenible. Pero... ¿Dónde está la auténtica llama olímpica? Te lo contamos.

El pebetero olímpico con la Torre Eiffel a lo lejos

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Era el momento más esperado de la ceremonia de inauguración de París 2024: el encendido de la llama olímpica en la base de un globo que creaba un efecto espectacular mientras ascendía al cielo. Sin embargo, por primera vez en la historia olímpica el fuego no era real. Y es que París también quiso innovar mientras rendía homenaje a su propia historia.

Mathieu Lehanneur, el diseñador, se inspiró en los pioneros franceses del globo aerostático. Consiguió que 'prendiera' ante el mundo una gran llama, pero esta vez 100% eléctrica. Y es que en realidad no hay ni fuego, ni carburante: la luz da esa sensación de llama, al tiempo que el agua vaporizada imita al humo.

Este pebetero aerostático se eleva cada noche con la puesta de sol hasta los 60 metros de altura. Durante el día se puede ver en los jardines de las Tullerías, donde hasta 10.000 visitantes diarios pueden también contemplar la auténtica llama olímpica, la cual se conserva dentro de una urna.

Un diseño innovador y sostenible

Mathieu Lehanneur se inspiró en los hermanos Montgolfier, pioneros franceses del globo aerostático. El resultado es una creación única en la historia de los Juegos Olímpicos: una llama que se eleva en el aire y que, además, es sostenible.

El pebetero, con una altura total de 30 metros, se eleva otros 30 metros durante la noche, alcanzando una impresionante altura de 60 metros sobre el suelo. En su base, un anillo de 7 metros de diámetro simboliza la fraternidad, uno de los valores fundamentales de la República Francesa.

Tecnología de vanguardia

Como decimos, lo que hace verdaderamente revolucionaria a esta llama olímpica es su funcionamiento 100% eléctrico. En lugar de combustibles fósiles, la llama utiliza una combinación de luz y agua para crear un efecto sorprendente y ecológico: 40 luces LED iluminan una nube de vapor de agua que sale a través de 200 boquillas de alta presión, creando el efecto de humo.

La electricidad y el agua se suministran desde el suelo hasta la estructura del globo.

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