Juegos Olímpicos París 2024

Lluvia de críticas en redes por la falda del equipo femenino español en la ceremonia de inauguración

El uniforme femenino de la delegación española en París 2024, muy comentado en redes.

Las faldas de las deportistas españolas en la ceremonia inaugural

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El uniforme de la delegación española ha sido objeto de críticas tras la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos. Las faldas de las deportistas españolas recibieron todo tipo de comentarios, la mayoría negativos.

Como en todo gran evento, en las redes sociales se reflejan algunos de los aspectos más comentados del día y esas faldas se convirtieron en uno de los artículos más criticados.

El diseño trataba de mezclar los colores de la bandera con un toque moderno, pero ha recibido duras críticas. Muchos aseguran que no se ajustaban a las tallas de cada deportista.

El uniforme de ellas estaba compuesto de un polo blanco y una falda tricolor: blanca, amarilla y roja. No es la primera vez que las equipaciones españolas para la cita parisina han despertado las críticas de las redes sociales.

Como suele ocurrir en estos casos, la opinión libre y han abundado tanto los comentarios negativos como los que han alabado la vestimenta. Para gustos, los colores.

Error garrafal con la bandera olímpica

Otro momento que no ha pasado desapercibido fue el izado de la bandera olímpica, cuyos aros estaban al revés. Al parecer, los encargados de colocar la bandera en el mástil confundieron las anillas y la bandera ascendió con los aros verde y amarillo en la parte superior y los aros azul, negro y rojo en la parte inferior, cuando debería haber sido al revés.

Da Vinci versión LGTBIQ+

También fue muy comentada una de las performances de la ceremonia de apertura: el evento afrontaba su recta final cuando asistimos a una singular representación de La última cena. Se trataba de una versión drag queen de la obra religiosa de Leonardo da Vinci que impresionó a los espectadores, desatando un sinfín de comentarios en las redes sociales.

En concreto, la actuación consistía en una gran mesa con varias personas pertenecientes al colectivo LGTBIQ+ disfrazadas de manera extravagante y colocadas en la misma posición que en el cuadro Da Vinci. En esta alegoría los apóstoles fueron sustituidos por drag queens, una modelo trans y el cantante Philippe Katerine casi desnudo, con algunos atributos de Dionisos, el dios griego del vino y la fiesta.

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