Una jugadora de hockey de Lugo patina sobre un lago helado en la montaña gallega

"Puede parecer lo mismo pero es muy diferente, yo había patinado sobre hielo como mucho unas 10 veces en toda mi vida". Lo dice entre risas cuando le preguntamos si es verdad que incluso se cayó alguna vez. “Una cosa son los patines en línea y otra la cuchilla”. Ahora bien, lo que es indudable es que solo una patinadora de su nivel vería un lago como éste y se iría a casa a por sus patines para disfrutarlo plenamente.

“El entorno es espectacular, yo ya lo conocía porque mi madre es de Os Ancares y a mis padres les gusta mucho la montaña, por lo que ya había ido otras veces”. Se trata del Pico Cuíña, un enclave único, una de las zonas más vírgenes de Galicia, y también de las que registran las temperaturas más bajas durante los meses de invierno. "Lo había visto en verano, pero nunca en esta época del año y nunca lo había visto helado".

El Pico en cuestión se sitúa a casi 2.000 metros de altitud, el lago convertido en pista de patinaje, a unos 1800. Andrea subió hace unos días y al verlo helado decidió volver una semana después con sus compañeros inseparables. “Los patines de hielo me los compré hace un montón pensando en la típica pista de hielo que ponen en navidad en el centro comercial, nunca llegué a utilizarlos”. Se ve que estaban esperando su gran momento. Y lo han tenido.

En el Meigas de Lugo, su club, ya hay bromas con la viralidad de su vídeo. "Es mi club de toda la vida, aquí empecé y aquí sigo, muy a gusto". Ella, tímida, agradece la difusión, más por su deporte que por ella misma. Lo importante es da a conocer la que ha sido su pasión desde pequeña y por lo que se ve, la que la acompañará toda su vida.

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