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Boxeo

Kevin McCauley, el boxeador con 15 victorias en 235 combates: "Voy a cualquier parte a luchar, siempre que haya dinero de por medio"

La historia de Kevin McCauley es de esas de película. A los 28 años decidió dejar su trabajo como albañil para comenzar una carrera como boxeador. 13 años después, a sus 41 años, McCauley acumula un récord de derrotas, algo que no le importa ya que cobra entre 400 y 1000 euros por velada.

Mike Tyson, Mayweather, Manny Pacquiao, Canelo Álvarez, Muhammad Ali, George Foreman, Joe Fraizer... Todos los grandes de la historia del boxeo siempre presentan un palmarés casi impoluto de victorias y nocauts.

Pero es no es el caso de Kevin McCauley, un boxeador británico de 41 años que presenta un dudoso récord: 15 victorias (0 KOs), 208 derrotas (14 KOs) y 12 empates

Perder, perder, y volver a perder. Eso es lo que le pasa a este púgil británico Kevin McCauley. 235 combates y sólo ha ganado 15. Aún así es un boxeador muy reconocido. Él mismo explica el por qué.

"La gente piensa que estoy loco, lo sé, pero me encanta el boxeo. Todavía siento un cosquilleo cada vez que subo al ring. No hay nada igual", aseguraba en Shropshirestar.com.

Se subió a un ring para poder dejar el andamio

Kevin tiene 41 años y empezó su carrera como boxeador a loas 28 años, cansado de trabajar de albañil. Lo cambió por estar siempre listo para una nueva pelea.

"Tenía 28 años cuando tuve mi primera pelea profesional y la mayoría de la gente dijo que era demasiado mayor para este deporte, ¡incluido mi padre! Unas 230 peleas después, creo que finalmente me gané su respeto", explica McCauley.

La razón para subirse al ring tantas veces pese a las numerosas derrotas no es otra que el dinero. Y es que gana entre 400 y 1000 euros por velada.

"Opté por seguir el camino del dinero, la verdad. Sabía que nunca iba a ser campeón mundial y nunca necesité una medalla. Soy alguien que va a cualquier parte a luchar, siempre que haya dinero de por medio", desvela McCauley.

Cobra mucho dentro y poco fuera, pero así es más feliz que en el andamio.

"Todo esto ha sido posible porque mi exmujer me dijo que era un gordo y que sólo servía para golpear a la gente", bromea McCauley.