El ugandés Jacob Kiplimo y la keniana Brigid Kosgei reventaron los récords de la San Silvestre Vallecana con marcas respectivas de 26:41 y 29:54 en la 54 edición de la populosa carrera madrileña de 10 kilómetros, que congregó a 42.500 corredores entre las pruebas popular e internacional.
Con solo 18 años, Kiplimo inscribió por vez primera el nombre de Uganda en el historial de la Vallecana, y lo hizo batiendo un récord que parecía imbatible, el que estableció el keniano Eliud Kipchoge en 2011 con 26:54. Gran dominador de la campaña española de cross con triunfos en Atapuerca, Soria y Alcobendas, Kiplimo alargó su hegemonía española con una gran exhibición en los vericuetos del barrio de Vallecas, camino del estadio del Rayo.
El aragonés Toni Abadía, que corrió con un lazo morado en memoria de Laura Luelmo, asesinada recientemente en El Campillo (Huelva), salió al frente con los africanos en los primeros kilómetros, en busca de su tercer podio. Pero Kiplimo era quien marcaba el ritmo (6:38 por el segundo mil) y antes de mitad de trayecto, que cubrió en 13:12 aprovechando el perfil descendiente, y se quedó solo con el etíope Abadi Hadis, tres años mayor y con marca personal de 26:59 en el 10.000. Abadía se había quedado atrás junto con Chiqui Pérez.
La carrera se iba a resolver en el eterno duelo de fondo entre Kenia y Etiopía, pero no hubo color. Kiplimo metió la directa al penetrar en el barrio de Vallecas, coincidiendo con la parte más dura de la prueba, los dos últimos kilómetros. En la presentación de la carrera, este domingo, había prometido que si para vencer necesitaba bajar de los 28 minutos (su marca personal era de 28:17 en 10K), lo haría. Hadis cruzó bajo la pancarta de meta en 26:54 y otro ugandés, Mande Bushendich, completó el podio en 27:24.
Chiqui Pérez y Abadía resolvieron pasar de la mano bajo la pancarta, sexto y séptimo con idéntico registro de 28:16. A continuación llegó el madrileño Fernando Carro, actual subcampeón de Europa de 3.000 m obstáculos, con 28:44. Pese a su juventud, Kiplimo no es el ganador más joven de la clásica madrileña de fin de año, pues ese honor corresponde al etíope Hagos Gebrhiet, que venció en 2011 con 17 años.
Los organizadores confiaban en batir también el récord de la prueba femenina, en poder de la etíope Gelete Burka con 30:53, y a tal efecto pidieron a las favoritas un paso de 15:15 por el ecuador de la carrera. La multicampeona olímpica y mundial etíope Tirunesh Dibaba no estuvo en la pelea por el triunfo.
Ya advirtió que su preparación actual está encaminada al maratón y no se cebó con el ritmo que marcaban las kenianas Helen Obiri, en su primer 10K, y Brigid Kosgei, ganadora hace dos años en Vallecas. La experiencia fue un factor decisivo en favor de esta última, que conocía bien la dureza del último esfuerzo.
Kosgei venció con un tiempo récord de 29:54, cinco segundos más rápida que Obiri, campeona mundial y subcampeona olímpica de 5.000 metros en pista, que debutaba en un 10.000 sobre asfalto. El atletismo español sigue sin conocer la victoria en la carrera vallecana masculina desde que Chema Martínez se impuso en 2003, y en la femenina desde 2008, cuando la palentina Marta Domínguez obtuvo el último de sus tres triunfos.