Waterpolo
Gabriel Villarrubia, subcampeón de Europa de waterpolo, ha pasado 40 veces por el quirófano pero no ha perdido la pasión por el deporte ni la sonrisa al practicarlo. "Estuve a punto de morir tres veces", reconoce e nadador.
Gabriel Villarrubia protagoniza una de esas historias de superación en el deporte difíciles de olvidar. Él tocó la gloria como nadador, fue subcampeón de Europa de waterpolo, pero la diabetes le hizo perder las piernas.
"La natación me lanzó a todo, llegué a la élite y de repente me quedé en el sofá", reconoce el deportista. Lo que nunca perdió Gabriel fueron dos cosas: su sonrisa y la pasión por el deporte. El nadador, todo un ejemplo de superación, trabajó duro para recuperarse después de cuarenta operaciones y treinta años.
El toque de atención de una doctora hizo que Gabriel sacara fuerzas para volver a hacer deporte: "Me dijo o nadas o nada". "Estoy aquí porque he vuelto a nadar, porque si no ahora, hablando claro, estaría muerto", dice el subcampeón de Europa de waterpolo.
Su espíritu competitivo permaneció intacto a pesar de las complicaciones sufridas por la diabetes. Gabriel ha vuelto a nadar y cumplió el reto de nadar 6 kilómetros en aguas abiertas. Su próxima meta es hacer lo en ida y vuelta.