El wushu llegó a sus vidas por casualidad, pero desde que lo descubrieron no lo han dejado.
"Tuve una lesión en gimnasia artística que me alejó de la competición. Cuando encontré el wushu, me enamoré", explica Cristian Parra, integrante del equipo de Wushu del CAR de Madrid
"Llevaba practicando atletismo diez años", asegura Fran García Mazuecos, del equipo nacional de wushu.
"Cuando dejé el patinaje dije que quería hacer kung fu y me dijeron: 'no se llama tung fu…'", explica Elia Robledo, del equipo wushu del CAR de Madrid
Y aunque les toque explicar una y otra vez qué es eso tan raro que hacen... Se han entregado en cuerpo y alma a su pasión. Y a base de trabajo, nuestro wushu no para de crecer
Como en tantas artes marciales, aquí también mandan los chinos y después, el resto de asiáticos. Pero ya ven que nuestros chicos y chicas, en cualquiera de las modalidades del wushu están a un gran nivel.