La Fórmula E se estrenaba esta temporada en Arabia Saudía, concretamente en el circuito de Diriyah. Durante la carrera no hubi ningún incidente, todo transcurrió normal hasta que llegó la celebración en el podio.
Como en muchas celebraciones que tienen lugar en el mundo del motor, cuando llega el momento del podio siempre se suelen usar fuegos artificiales, eso mismo ocurrió en este Gran Premio. El problema surgió el paddock se dio cuenta de que no solo sonaban los fuegos artificiales, sino que en el cielo saudí se estaba produciendo un ataque de misiles.
Según informó posteriormente la agencia Reuters, se trataba de un ataque con misiles cercano a la capital saudí de Riad, a unos 20 km del circuito.
"La coalición liderada por Arabia Saudí, que lucha contra la milicia hutí, ha frustrado un ataque con misiles balísticos procedentes de los hutíes en la capital saudí, Riad", aseguraron en las televisiones saudíes.
"La coalición también dijo que había detectado el lanzamiento de varios drones cargados de explosivos desde territorio hutí. Uno de ellos se dirigía hacia la cercana ciudad de Jazan, pero fue interceptado y destruído, según la agencia estatal de noticias SPA. La coalición dijo que había destruído otro rumbo hacia la ciudad sureña de Khamis Mushait”, aseguró Reuters en un comunicado.
La carrera reunió a varias personalidades del gobierno de Arabia Saudí como el príncipe Turki bin Mohammed bin Fahad bin Abdulaziz, ministro de Estado, el príncipe Badr bin Abdullah bin Farhan, presidente de la Federación Saudita del Automóviles y Motocicletas y el príncipe Fahad Bin Jalawi bin Abdulaziz.