La posibilidad de que Fernando Alonso regrese a la Fórmula 1 es cada vez más improbable. La razón no es otra que la delicada situación que atraviesa Renault, la escudería que se baraja como máxima candidata para albergar el regreso del bicampeón del mundo.
Y es que la crisis del coronavirus ha dejado a la compañía automovilista francesa en una situación económica muy delicada, como ha reconocido el propio Gobierno de Francia.
"Se juega la supervivencia y puede desaparecer", reconoció el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire la semana pasada al hablar sobre la situación que atraviesa Renault.
Le Maire ha señalado que tanto Renault como los grandes constructores industriales "pueden desaparecer" por esta crisis, por lo que el fabricante de vehículos "se juega su supervivencia".
El ministro galo ha asegurado que el grupo automovilístico pretende solicitar un préstamo con garantías estatales por importe de 5.000 millones de euros, que todavía no ha sido firmado.
Para llevar a cabo esa transacción, el Ejecutivo le reclama "compromisos" en tres direcciones: el vehículo eléctrico, el respeto de las compañías auxiliares y la localización en Francia de sus actividades tecnológicas más avanzadas.
El gobierno galo es dueño de un 15% del accionariado de Renault, por lo que de imponerse las estrictas condiciones del Gobierno galo, podría estar en entredicho la participación de Renault en la Fórmula 1 la próxima temporada.
Si se confirma este último escenario, el regreso de Fernando Alonso a la Fórmula 1 en 2021 se vería muy comprometido. Y es que a día de hoy sólo Renault parece tener hueco para el bicampeón del mundo en su garaje.