Sí, es un cochazo, uno de esos caros y rápidos, pero este modelo SSC Tuatara tiene además algo especial: está preparado para batir el récord del mundo de velocidad con un coche de calle. Su dueño, es el optimista empresario estadounidense Larry Caplin: "La carretera está como queríamos, el tiempo nos está ayudando, así que... a por el récord de velocidad"
Y lo consiguieron. Al volante el piloto inglés Oliver Webb, que aceleraba a fondo camino de hacer historia. El motor ruge, el alerón trasero se levanta para que el coche no despegue y el récord que dispara: 331 millas por hora, más de 532 kilómetros por hora. La gesta ha tenido lugar en un carretera cerca de Las Vegas, acotada por la policía durante 12 kilómetros para poder alcanzar semejante velocidad.
Con neumáticos y combustible de calle
Insistimos: con un coche cuyos neumáticos y combustible tenían que ser de calle, para que el récord fuera homologado. Eso sí, el coche no es uno cualquiera. Tiene un motor de 5,9 litros que empuja con 1.750 caballos a las ruedas traseras para llegar a esos 532 kilómetros por hora. El precio: 1.700.000 euros. Y es que alguna pega tenía que tener.