Colección de coche

Paco Outeda, el pionero que construyó sus sueños sobre ruedas

A los 78 años, este mecánico autodidacta de Meis, Pontevedra, atesora una colección de monoplazas única en España.

Paco Outeda, mecánico autodidacta y con una colección de monoplazas única en España

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"Cuando yo era joven en Galicia solo había el Rally Rías Baixas, así que de noche salía a la ventana para ver pasar los coches. Mis padres eran agricultores y no había medios para seguir las carreras". Así recuerda Paco Outeda (Meis, Pontevedra, 1945) sus primeros contactos con el mundo del automovilismo. Una pasión que siguió creciendo cuando se puso al volante de su primer kart a comienzos de los 70. Empezó a ganar campeonatos por toda España -"en ese momento no había más pilotos gallegos, era solo yo", apunta- y pronto ahorró lo suficiente para visitar circuitos, como el Jarama y Montjuic, donde gozar de la Fórmula 1 en directo.

"Pasaba unos días viendo las carreras y volvía para casa pensando 'esto no es para mí', porque allí solo había marqueses y duques", explica desde su taller en Meis, donde atesora una pequeña muestra de la colección de bólidos que ha ido construyendo en las últimas décadas. Lo primero fue un kart, "el famoso seis ruedas, muy competitivo", comenta, con el que empezó a hacer subidas de montaña. "Era bravo yo en aquel momento", recuerda con una sonrisa de nostalgia.

A principios de siglo dio forma a su primer coche, desde cero y sin contar con formación alguna en ingeniería. ¿Cómo lo hizo? "Primero tuve que hacer el coche en madera y sacar moldes para luego pasarlo a fibra", explica sobre la Barqueta Outeda, en la que empleó ocho meses de trabajo. Bajo el sello de la escudería Outeda Racing, y con el apoyo inestimable de Javier Graña, su mano derecha, construyó 21 monoplazas (5 barquetas y 16 Fórmula 3), un mini y un Renault Alpine, este último "la joya de la corona". Un modelo espectacular que alcanza los 200 km/h de velocidad punta, tiene 208 caballos y pesa 388 kilos.

Actualmente conserva un Fórmula SEAT 1430 del 73 que reparó "desde la chatarra", un Fórmula 1800 impoluto en azul y blanco y un Fórmula Nacional del 2002, que a Paco le gusta poner a punto de vez en cuando, haciendo rugir el motor de moto que él mismo le instaló. "Este no tiene precio", asegura su orgulloso creador. El precio de los bólidos con su firma varía entre los 25.000 y los 40.000 euros para quien los solicite bajo demanda. Cuatro "Outedas" siguen rodando en el Campeonato Gallego de Montaña hoy en día.

Encuentro con Fernando Alonso

Muy alejado de los procesos de las grandes empresas, el trabajo de Paco es del todo artesanal. "Al principio incluso tenía que comprar piezas de desguace y ruedas usadas", recuerda. En 1988 coincidió con un jovencísimo Fernando Alonso en una carrera del campeonato gallego celebrada en Santiago. Paco competía en la categoría de 250cc. Fernando tenía solo 7 años. "El padre me dijo si podía echarle una mano para afinar un poco el motor", recuerda sobre aquel "guaje" que ya tenía patrocinadores y que, por supuesto, ganó aquella prueba. "Fernando para mí fue y sigue siendo el ídolo", define sobre el piloto asturiano.

En 2006 llegó el primer éxito, cuando el piloto Benito Varela ganó el primer Campeonato Gallego de Montaña con un Outeda Racing. Después llegaron los cuatro títulos consecutivos del pontevedrés Alexis Viéitez, que con un coche construido por Paco ganó la prueba entre 2016 y 2019. Y allí estaba Paco para disfrutar de la carrera, como lleva haciendo toda su vida. "Es un apasionado del motor, no conozco a nadie con más pasión por el motor que él", reconoce Javier Graña, que sigue aprendiendo del "maestro" cada día.

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