En 2018 se decidió introducir el Halo en todos los monoplazas de Fórmula 1. Pese a algunas críticas iniciales, tras el accidente de Grosjean ha quedado demostrada su eficacia y su papel clave a la hora de salvar vidas en accidentes como el de Romain Grosjean en el GP de Baréin.
¿Qué es el Halo? Se trata de un sistema de protección del habitáculo destinado a evitar que el piloto sea golpeado en la cabeza por los escombros o un neumático que se haya desprendido de otro coche.
El Halo va colocado en la parte delantera de los monoplazas, protegiendo el habitáculo y la cabeza de los pilotos, la parte más expuesta en accidentes como el de Grosjean.
Un sistema introducido tras la muerte de Jules Bianchi
La idea de implementar una estructura que pudiera proteger esta parte de los pilotos se comenzó a estudiar tras el trágica accidente de Jules Bianchi, que perdió la vida tras un terrible impacto contra una grúa en una escapatoria.
Fabricado con titanio, el Halo es capaz de resistir 125 kiloNewtons de fuerza (equivalente a 12 toneladas) desde arriba y 125 kN desde un lado. Es decir, el HALO funciona a modo de cúpula, protegiendo la cabeza de los pilotos ante posibles impactos.
Al principio, el Halo recibió críticas por parte de pilotos y escuderías, al restar visibilidad en la conducción y al obligar a un rediseño de los monoplazas. Pero con el tiempo y ante accidentes como el de Grosjean, se ha demostrado la eficacia y utilidad de este dispositivo de seguridad.