MOTO GP
Uxía Rodríguez, una joven mecánica de prácticas en el Mundial de Moto3
Con solo 21 años, esta joven de A Estrada (Pontevedra) completa sus prácticas del ciclo de mecánica de competición viajando por todo el mundo con el equipo MTA Angeluss de Moto3.
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Son las prácticas soñadas para cualquier estudiante de mecánica. "Fue el regalo de Navidad", asegura Uxía Rodríguez. Y vaya regalo, quién le iba a decir que acabaría en el Mundial de Moto3 haciendo unas prácticas de estudio. Con solo 21 años, esta joven de A Estrada (Pontevedra) completa sus prácticas del ciclo de mecánica de competición viajando por todo el mundo con el equipo MTA Angeluss de Moto3.
Porque de un día para otro su profesor le comunicó la noticia: "Me dijo, te vas al Mundial y yo me quedé blanca". Una sorpresa que reconoce que al principio no sabía cómo procesar. Uxía no asimiló dónde estaba hasta que se vio en la pizarra y con las motos pasando.
Una más desde el principio
Ahora es una más del equipo, realiza sus prácticas en el Mundial de Motoclismo en el equipo MTA Angeluss, de Moto3, aunque allí siempre le dicen que es una más. "Me dicen, no vuelvas a decir que eres de prácticas, eres una más".
Fue su director de equipo quien le dio la gran noticia el pasado mes de enero. "Llegué de pasar las navidades en casa y me dijo que me iba al Mundial de Moto3. No me lo podía creer. Hasta que no vi las motos pasando en Portimão no fui consciente", explica sobre una experiencia que está aprovechando al máximo. "Lo fundamental es ir aprendiendo mucho", asegura, feliz de sentirse "una más del equipo" a todos los efectos.
"No nos tratan como chicas en prácticas", celebra, aunque eso suponga una gran responsabilidad. "Tienes que hacer las cosas bien y no equivocarte. Es la presión de pensar: mi piloto está en pista y si me equivoco le arruino el día". Con todo, considera que el MTA Angeluss es "un equipo muy familiar" y compartir trabajo con sus compañeras Tania y Ángela Benavente, ingeniera de datos que también fichó este año, es "un apoyo tremendo y se nota mucho. No sé cómo me vería en un equipo solo masculino", señala.
Como parte de los agradecimientos, Uxía no olvida a la líder de este sueño, la fundadora y CEO de Angeluss. "Gracias a Aurora Angelucci por tener esa furia dentro, por querer que estemos ahí, que aprendamos y que todo el mundo vea que nosotras también valemos como profesionales de la mecánica", remarca.
Pasión de padre e hija
Esta experiencia no es sólo un sueño para ella, también para su familia: "Una de las cosas que más me emociona de estar allí es ver a mi padre". Él es quien le ha inculcado la pasión por las motos y estará a su lado como espectador en esta experiencia.
Lo cierto es que a Uxía siempre le interesaron las carreras, aunque su madre no le dejase ir a ver los rallies cuando era más joven. "Decía que era muy peligroso y me intentaba convencer para hacer hostelería o enfermería", lamenta. Sin embargo, poco a poco convenció a todos los escépticos, incluida su familia, que ahora sintoza cada Gran Premio desde A Estrada para verla en acción. Ella agradece la confianza: "Es verdad que al principio no me sentí apoyada, pero con el tiempo cada vez más. Si no fuese por mis padres y mis amigos no estaría aquí", apunta emocionada.
De hecho, la pasión por la mecánica le viene de familia. Su padre estudió una FP, aunque la vida finalmente le llevase por otro camino laboral. "En ningún momento nos planteamos nada parecido", reconoce José Ramón, orgulloso de los éxitos de su hija, pero todavía más de que haya encontrado su camino a la felicidad. "El motor es algo que me encanta y ahora con lo de Uxía lo hemos retomado. Siempre que viene quiere hacer algo con la moto, con el coche, y yo tengo más cosas que hacer, pero al final siempre me arrastra", explica sonriente. De momento, asegura, es él quien ejerce de maestro, pero cree "con el tiempo, me pasará en conocimientos".
Además, de alguna forma Uxía Rodríguez es pionera, porque junto a su compañera Tania son las únicas mecánicas mujeres de todo el paddock. "Estar en el Mundial es otro mundo. Ha sido como llegar a la cima del Everest, pero volando". Así define Uxía Rodríguez Nebra (A Estrada, 2002) su experiencia como mecánica del MTA Angeluss, un equipo de Moto3 que apuesta por la presencia femenina en toda su estructura. La idea nace de su directora, Aurora Angelucci, la única Team Manager del Mundial, y continúa con profesionales como Uxía y su compañera Tania Jaume Rueda, que este año hacen historia en un mundo históricamente copado por los hombres, pues son las "únicas mujeres mecánicas del paddock".
Hoy en día, Uxía viaja por medio mundo y se encarga de los neumáticos, la gasolina y la pizarra para que Stefano Nepa -quinto en la clasificación de Moto3 tras las carreras de Argentina y Portimão- y el español Iván Ortolá -que todavía no ha podido puntuar- ofrezcan las mejores prestaciones sobre el asfalto. La mecánica de competición es su pasión y se ha convertido también en su trabajo, pero su futuro no siempre estuvo tan claro.
Hace apenas cuatro años cursaba primero de bachillerato y no encontraba la motivación. "Pasé una mala época, no estudiaba. Mientras mis compañeros estaban en clase, yo me escapaba a clases del ciclo de mecánica", recuerda entre risas. Ahí comenzó a forjar su camino, pues actualmente cursa el segundo año del ciclo de mecánica de competición de motos y un ciclo superior de automoción en la Escola Técnica Girona (ETG Racing).
Sueña con llegar a MotoGP
A Uxía todavía le quedan unos días de descanso antes de volar a Estados Unidos y volver a la competición en Austin (EE.UU.) el 16 de marzo, pero nos despide mientras revisa el motor del coche de su padre y piensa en las piezas que necesita para poner en marcha la moto antigua de su tío. Sobre el futuro, afirma que "sería brutal llegar a MotoGP", aunque prefiere ir poco a poco, incluso si eso supone "dar un paso atrás y participar en un campeonato de España o Europeo".
Este año seguirá aprendiendo mientras recorre las pistas más emblemáticas del planeta y, de paso, espera conocer en persona a leyendas como Valentino Rossi o Marc Márquez, a quien le gustaría preguntarle "qué le pasa a veces por la cabeza", bromea.
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