Laia Sanz se empezó a sentir enferma, no sabía qué le pasaba hasta que descubrió que la causa de su mal era la picadura de una garrapata. Meses duros que no le van a impedir volver a intentar ser por undécima vez la mujer más rápida del Dakar en motos.
Ni durante sus diez Dakares ni en sus diecisiete campeonatos el mundo de trial ha sufrido tanto como en estos meses, el motivo, la enfermedad de Lyme: "Han sido los peores meses de mi vida", asegura Sainz.
La piloto contrajo la enfermedad durante los primeros días de confinamiento, creyó que se había contagiado de coronavirus, pero se equivocaba.
Puede llegar a ser mortal
La enfermedad de Lyme la produce la picadura de una garrapata. Sus síntomas son dolor de cabeza, fatiga, fiebre, sarpullidos... "Empecé a encontrarme mal, cansada, con mucho dolor de cabeza y los ganglios inflamados". El problema es que si no se diagnostica pronto puede llegar a ser mortal.
Ya recuperada, el próximo año afrontará dos nueva saventuras que le apasionan: el nuevo campeonato de coches eléctricos junto a Carlos Sainz pero antes, como no...su undécimo rally Dakar.