Improvisación del principio al final. Ese fue el problema con el que se ha encontrado Fernando Alonso y McLaren en su participación en las 500 Millas de Indianápolis. Al menos eso es lo que se deduce de la entrevista concedida por Zak Brown a AP.
En dicha entrevista, el jefe de McLaren desvela algunos problemas como que no tenían volante para el monoplaza a una semana del estreno de Alonso en Texas.
"No salimos hasta el mediodía, nuestro volante no estaba preparado a tiempo. Eso es simplemente falta de preparación y de habilidades organizativas de gestión del proyecto. Aquí es donde todo esto se vino abajo, en la gestión del proyecto. Zak Brown no debería estar buscando volantes por ahí", explicó Zak Brown.
El volante, fabricado por Cosworth, no llegó hasta el mediodía ya que no estaba terminado. Algo inaudito y que provocó el primer retraso
Pero los problemas no se quedaron ahí. Tras el accidente de Alonso contra el muro, el asturiano estuvo día y medio parado en lugar de unas horas. ¿La razón? El coche de reserva estaba en un taller de pintura a media hora del circuito pero sin repintar un mes después de que se lo pidieran.
El tercer problema, según Brown, llegó el sábado durante la clasificación. El pinchazo en el monoplaza de Fernando Alonso no se detectó porque habían comprado los sensores de presión incorrectos. Un desastre tras otro que acabó dejando a Alonso fuera de la carrera y confirmando el desastre de McLaren y Carlin.
"Ha quedado claro que no eran capaces de llevar tres coches y servirnos a nosotros", denunció Zak Brown.
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