Rafael Nadal sigue dispuesto a dar la pelea por salir del Másters 1.000 de París con el número uno del mundo garantizado para el final de la temporada y alcanzó las semifinales tras derrotar al francés Jo-Wilfried Tsonga por 7-6 (4) y 6-1 en una hora y 35 minutos.
El español jugará por cuarta vez las semifinales de un torneo que falta en su palmarés, porque a menudo lo ha afrontado bajo de forma, y lo hará contra un tenista de 20 años, sorpresa del curso, el canadiense Denis Shapovalov, que ya ha derrotado a tres cabezas de serie. Contra Tsonga, que llegaba con mejor balance en torneos bajo techo y que volvía a disputar los cuartos de un Másters 1.000 por vez primera en tres años, Nadal aplicó la paciencia y la eficiencia que tan buen resultado le está dando.
No fue capaz de arrebatar al francés el servicio en la primera manga, en la que los dos tenistas, muy sólidos con su saque, no concedieron ninguna bola de rotura. Pero en el juego de desempate Nadal estuvo más concentrado en los momentos decisivos y la desventaja en el marcador debió parecer ya demasiado grande para Tsonga, entrenado por Sergi Bruguera, el capitán español de Copa Davis, que presenció el duelo en la primera fila del pabellón.
Tsonga le duró un set
Tsonga compareció desconcentrado en el segundo set, en el que en su primer juego con el servicio cometió dos dobles faltas y, aunque las atenuó con dos puntos directos de saque, no le bastó para evitar perderlo. Una ventaja que fue oro para el español, que vio casi regalado lo que no pudo lograr con mucho esfuerzo durante el primer parcial y que asistía a la progresiva descomposición de Tsonga.
Nadal ha accedido a semifinales de todos los torneos que ha disputado este año excepto el de Acapulco, cuando perdió en segunda ronda contra el australiano Nick Kyrgios. Está a dos partidos de garantizarse el número uno del mundo a final de temporada, aunque ya lo tiene seguro de forma momentánea el próximo lunes.