La expedición al K2 que le ha costado la vida a Sergi Mingote ha supuesto también un hito para el alpinismo. Y es que un grupo de diez sherpas lograban hacer cumbre en invierno en la montaña más peligroso del Planeta.
Uno de ellos, el mítico Nirmal Purja, no se conformó con ser parte de la primera expedición que coronaba el K2 en invierno. Él lo hizo sin oxígeno y lo confirmó en sus redes sociales.
"La ascensión invernal del K2 ha sido todo un desafío. Creo firmemente que una hazaña de tal nivel nunca es posible si no tienes un propósito o si solo estás motivado por tu gloria personal", indicó Purja.
"Como correr el Tour en moto"
"Al ritmo de sus compañeros, ha marcado un hito en la historia del alpinismo. Hay que creer la palabra del alpinista. Era el último 'ochomil' que faltaba por ascender en invierno. Una de cuatro personas que alcanzan la cima muere. El estilo puro del alpinismo es subir sin oxígeno artificial", explica a Antena 3 Deportes Darío Rodríguez, director de 'Desnivel'.
Por su parte, el alpinista Sebastián Álvaro lo tiene claro: "Subir a una montaña con botellas de oxígeno es como correr el Tour de Francia en moto".
"Siempre he sabido de lo que es capaz mi mente y mi cuerpo. Para decirlo con claridad: en mis ascensiones anteriores he transportando oxígeno a partir de ochomil metros, y estaba satisfecho con mi eficiencia hasta los ochomil. Fue mi elección y tenía mis propias razones y valores", reflexiona Purja.
"Ha sido difícil decidir si ascendía al K2 con o sin oxígeno artificial. Debido a las condiciones climáticas y al margen de tiempo, no había aclimatado adecuadamente. La máxima altura a la que puede dormir fue el campamento 2 (6.600 m). Idealmente, los escaladores necesitan dormir, o al menos tocar, el Campamento 4 antes de intentar la cima. La falta de aclimatación, la congelación que tuve desde la primera rotación, y la posible ralentización de otros miembros del equipo poniendo en riesgo la seguridad de todos, fueron las incertidumbres clave asociadas a la decisión a tomar", explica Purja.
¿Merece la pena el riesgo?
Y estas reflexiones de Purja son las que abren el debate. ¿Merece la pena el riesgo de ascender sin oxígeno este tipo de ochomiles?
"Asumí un riesgo calculado al ascender sin oxígeno suplementario. Mi confianza en mí mismo, conocer la fuerza, la capacidad de mi cuerpo y mi experiencia tras escalar los catorce ochomiles, me permitió seguir el ritmo del resto de los miembros del equipo y aún liderar", afirmó Purja.
Con sus 8.611 metros, el K2 no es la montaña más alta, es la segunda, pero sí la más peligrosa. Por eso es aún más increíble la hazaña de este nepalí. Hacer cima sin oxígeno convierte al pasado 16 diciembre en un día para la historia. Porque no es lo mismo, con o sin oxígeno.