Kayak
La nueva aventura de los kayakistas Adrian Mattern y Dane Jackson en el corazón de África
Los dos kayakistas se adentraron en río Ivindo, en Gabón, con el fin de innovar juntando el deporte y las nuevas tecnologías con un dron como protagonista.
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La combinación de Red Bull, dos legendarios exploradores y su equipo, ha dado lugar a una épica aventura por el río Ivindo, en Gabón. Esta expedición ha sido inmortalizada a través de un dron. Una aventura que ya había sido realizada anteriormente pero que, gracias a las nuevas tecnologías, han podido averiguar nuevos canales por los que descender con el kayak.
"Para esta expedición los drones fueron súper importantes. Con ellos, pudimos identificar rápidamente canales posibles que parecían prometedores e ir a verlos por nuestra cuenta", comentaba Adrian Mattern.
La importancia de este aparato en el mundo del kayak ha dado mucho de qué hablar entre los deportistas, ya que para adentrarse en nuevas aventuras les facilita un trabajo que en primera persona podría durar meses.
"Cambió completamente las reglas del juego en cuanto a encontrar el potencial de lo que era bueno y lo que no era en tantos canales diferentes de un río tan amplio. Esto nos permitió explorar todo el río de manera más rápida", expresaba Dane Jackson.
Este río fue explorado anteriormente por el kayakista Olaf Obsommer en 2007. Inspirados en su recorrido, Mattern y Jackson decidieron dar un paso más allá: "La idea nació de los relatos de Olaf, hablando sobre los rápidos monstruosos, giros que no puedes ver a la vuelta... Todas estas historias me hicieron realmente querer venir aquí y, básicamente, crearon la chispa de toda esta expedición", afirmaba Adrian Mattern.
"Si algo sale mal, estás muy aislado"
En el ecuador, a lo largo de la costa oeste de África, se encuentra el país de Gabón. Cruzando el país se encuentra el río Ivindo, un cauce de agua remoto de gran volumen en lo profundo de la jungla. El hecho de que se encuentre en el corazón de África hace que la aventura sea más peligrosa, ya que solo le rodea naturaleza y no están al alcance de los servicios de emergencia.
"Es una experiencia realmente emocionante, poder experimentar las aguas bravas en esta lejanía, pero también añade un gran factor: si algo sale mal, estás muy aislado", decía Dane Jackson.
Una hazaña que no pasa desapercibida para la fauna del entorno que pudieron avistar los deportistas. Un testimonio de dos aventureros que han unido el deporte con la innovación tecnológica y que abre muchas puertas a próximas expediciones por el mundo.
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