Gimnasia artística

Oksana Chusovitina, la gimnasta de 48 años que aspira a sus novenos Juegos Olímpicos

Debutó en Barcelona 1992 y va por buen camino de llegar a París 2024 con tres medallas este año en la Copa del Mundo.

Oksana Chusovitina

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A sus 48 años, Oksana Chusovitina no ha dicho su última palabra en la gimnasia artística. En un deporte acostumbrada a tener estrellas muy jóvenes, la uzbeka triplica en edad a alguna de sus rivales. Debutó en unos Juegos Olímpicos en Barcelona 1992 y su objetivo ahora no es otro que acudir por novena vez a la mayor cita del deporte en París 2024. Para ello, buscará la clasificación en el Mundial que se celebra estos días en Bélgica.

"No puedo describirme con una palabra", admitió. Se dice pronto que lleva tres décadas entre las mejores gimnastas del mundo y, además, con resultados brillantes. En su primera aparición olímpica, con 17 años, se colgó el oro por equipos con el Equipo Unificado, que reunía a deportistas de las repúblicas soviéticas en 1992.

Tres medallas en 2023

Una serie de acontecimientos han provocado que Oksana ahora busque participar sus novenos Juegos Olímpicos. Aseguró que Tokio sería su retirada, pero pocos días después anunció que retomaba los entrenamientos con el último objetivos de lograr una medalla en los Juegos Asiáticos de 2022, donde ya atesora dos oros en suelo y salto en 2002. Las restricciones derivadas del covid-19 aplazaron la competición a 2023. Hace unos días por fin pudo participar y se quedó a 0,015 puntos del bronce.

Su rendimiento en los Juegos Asiáticos ratifica la gran temporada de Oksana Chusovitina. Frente a rivales que podrían ser sus hijas, la gimnasta de Uzbekistán, que mide 1,53, suma tres medallas esta temporada en la tres citas de la Copa del Mundo. En Bakú (Azerbaiyán) ganó una plata y en Cottbus (Alemania) y Doha (Qatar) se colgó dos bronces. "Voy a aceptar todas las competiciones", explicó. A ganas e ilusión pocas le pueden ganar: "Si logro ir París, lo logro. Y si es así, puedo deciros que prepararé los saltos más complicados que existen".

Enfermedad de su hijo y otra medalla olímpica

Su historia deportiva es asombrosa, pero la personal tiene épocas muy duras. Fue madre en 1999 por lo que los Juegos de Sídney 2000 iban a ser su despedida. Sin embargo, todo cambió cuando a su hijo le diagnosticaron leucemia con tres años. La familia se mudó a Alemania para ofrecerle el mejor tratamiento posible. Oksana había dejado la gimnasia, pero retomó su carrera internacional para poder sufragar los gastos de la enfermedad.

El año 2008 jamás lo olvidará. Su hijo dejó atrás la leucemia y meses después subió al podio olímpico en Pekín bajo la bandera de Alemania, ya que obtuvo la doble nacionalidad cuando residió allí. Una plata individual en el ejercicio de potro. Habían pasado 28 años de su oro en Barcelona. Su balance son ocho Juegos Olímpicos representando a tres conjuntos: Equipo Unificado (1992), Uzbekistán (1996, 2000, 2012, 2016 y 2020) y Alemania (2004 y 2008).

Su ambición y su talento le han empujado alargar su carrera: "Estoy muy agradecida a quienes admiran lo que hago". Desde su larga experiencia manda un mensaje: "Nunca renuncies a tus sueños, no te detengas". Ella seguro que no va a parar porque quiere hacer historia con el maillot puesto el próximo verano en París con 49 años.

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