El alpinista polaco Andrzej Bargiel se ha convertido a sus 30 años en el primer deportista en descender en esquís de la cima de una de las montañas más alta del mundo, el K2, de más de 8.600 metros, una hazaña que finalmente logra después de intentarlo sin éxito en 2017.
"Estoy muy feliz de haber logrado descender en esquís desde la cima del K2", confesó a Efe el aventurero polaco, quien reconoce que por momentos llegó a pasar preocupación por las condiciones meteorológicas y el riesgo de avalancha, aunque finalmente fue capaz de unir secciones con nieve en buenas condiciones hasta completar con éxito el descenso.
Bargiel ascendía al K2, de 8.611 metros de altitud, desde su sección en Pakistán, y alcanzaba la cima en la madrugada del pasado domingo, para lanzarse poco después a un descenso de 3.600 metros hasta el último campo base, situado a unos cinco mil metros.
Al llegar a la cima, Bargiel desplegó una bandera polaca porque, como él mismo aseguró antes de la expedición, "es un orgullo ser polaco y poder representa" a su país, en la cima de la segunda montaña más alta del mundo, en el mismo año en el que Polonia celebra la recuperación de su independencia.
"Cuando llegué a la cima y empecé a esquiar se presentaron algunos problemas técnicos, estaba muy nublado y tuve que esperar en uno de los campos base a que aclarase, porque la siguiente fase de mi descenso iba a ser muy difícil, a través de una ladera extremadamente empinada", explicó Bargiel.
Andrzej Bargiel ha estado acompañado en esta expedición por cuatro personas, todas de su círculo más cercano, entre ellas su hermano Bartek, quien ha manejado un dron con el que ha registrado la hazaña en todo momento con imágenes impresionantes que serán parte de un futuro documental.
Pero además de tomar imágenes impactantes, el dron también ha servido para localizar y salvar la vida de un alpinista que estaba desaparecido en la parte superior del Broad Peak, el escocés Rick Allen, quién había sufrido una caída a 8.400 metros cuando trataba de alcanzar la cima en solitario y al que sus compañeros daban por desaparecido.
Bargiel ya estuvo el año pasado en el K2 con la intención de descenderlo en esquí, pero el mal tiempo le impidió lograrlo, aunque sí aprovechó para analizar las posibles rutas de nuevo gracias a la ayuda de un dron.
La tecnología ha estado siempre presente en las expediciones de Bargiel, quien pertenece a esa nueva generación de alpinistas capaces de utilizar en su beneficio las posibilidades que ofrecen, por ejemplo, el uso de drones para planificar los ascensos o los descensos.
Este montañero es un auténtico aventurero hecho a sí mismo, y desde su infancia ha tenido contacto con los deportes de montaña, su auténtica pasión y su forma de vida.
En 2013 ya logró descender en esquís de la cima del Shisha Pangma (China), y en 2014 realiza la ascensión más rápida al Manaslu (Nepal) registrada hasta ahora.
Entre sus gestas también se encuentran el descenso esquiando de la cima del Broad Peak (en la frontera entre Pakistán y China) en tres horas o el ascenso al Leopardo de las Nieves (conjunto de cumbres situadas en Tayikistán, Kirguistán y Kazajistán) y en el menor tiempo de la historia.
Este aventurero polaco fue galardonado en 2015 con la Cruz de Oro Polaca al Mérito y, ese mismo año, la revista National Geographic Polonia lo nombró "Hombre del año" por sus impresionantes descensos en esquís en algunas de las montañas más altas del mundo.
Y después de esta gesta, Bargiel emprende su regreso a Polonia, donde prevé pasar unos días con su familia en la costa ya que, como él mismo dice, "no sólo se puede vivir únicamente en las montañas".