El español Bruno Hortelano, actual campeón de Europa de 200 metros lisos, defenderá su título en la final de Berlín tras clasificarse con una sólida victoria en la segunda serie y un tiempo de 20.29 segundos, mientras el granadino Daniel Rodríguez quedaba eliminado con 20.77.
Hortelano dejó los tacos de salida en 178 milésimas, tomó la punta en una curva rapidísima y no se descompuso en la recta pese a que le apretaba mucho el británico Adam Gemili, que obtuvo la otra plaza directa de finalista, segundo con 20.46.
Pese a sus asombrosos registros de 20.04 en 200 y 44.69 en 400 que ha hecho este año tras su regreso, el mejor velocista español de la historia se cuidó mucho de "ir de sobrado". Había visto ganar al turco Ramil Guliyev, actual campeón mundial la primera serie con 20.33.
Bruno salió en la segunda, por la calle 4, justo a la derecha del holandés Churandy Martina, cuya descalificación en Amsterdam 2016 entregó el título al español.
Para Hortelano, campeón de Europa hace dos años en Amsterdam, los Europeos de Berlín simbolizan -son sus palabras- "el fin de una etapa única" en su vida, la ratificación de que ha culminado el proceso de recuperación desde "la nada" en que le sumió el accidente de tráfico de 2016.
"Empecé de cero y he estado dando pasos para llegar a la cima, para cumplir la promesa que me hice: después de haberlo perdido todo, volver a ser yo, volver a sentirme competitivo", había dicho antes de entrar en acción en el Olímpico.
Desde los campeonatos de España de Getafe, en los que batió hace dos semanas su récord nacional de 200 con un crono de 20.04, Hortelano se había dedicado a descansar, "porque el trabajo ya estaba hecho", y junto con sus compañeros del relevo 4x400 se concentró en Postdam para entrenar la transmisión del testigo.
Para el granadino Daniel Rodríguez, sin embargo, el hecho de haberse ganado el puesto en semifinales de 200 (corrió por la mañana en 20.81) colmaba sus aspiraciones.
El campeón de España sub-23 compitió en la tercera y última serie. Acreditado en 20.59 esta temporada, partía con la séptima marca entre ocho y por la calle dos, de forma que no quedaba margen para la esperanza. Ofreció una buena sensación, metido en la pelea y acabó en un digno quinto puesto.