Gales dio un paso de gigante para alzarse con el Seis Naciones tras sumar su tercera victoria en las tres primeras jornadas, al imponerse este sábado por 21-13 a Inglaterra con una espectacular remontada en la segunda parte. Cuarenta minutos finales en los que el 'XV del Dragón' no sólo enjugó la desventaja de siete puntos (3-10) con los que llegó al descanso, sino que desarboló por completo a una Inglaterra incapaz de frenar el empuje local.
Y es que el conjunto galés, que no pierde en Cardiff desde que cayó en noviembre de 2017 por 18-33 ante Nueva Zelanda, los vigentes campeones del mundo, parece transformarse cuando juega delante de su afición.
Tal y como pudo comprobar este sábado el combinado inglés, que en nada se pareció, al menos en la segunda mitad, al imponente equipo que se impuso a Irlanda (20-32) y a Francia (44-8) en las dos primeras jornadas del torneo.
Una circunstancia que llevó a los del australiano Eddie Jones a ver como poco a poco iba menguando su ventaja, hasta verse reducida a tan sólo un punto (9-10), tras los dos golpes de castigo anotados por Gareth Anscombe.
No obstante, Inglaterra que buscaba su sexta victoria consecutiva sobre Gales en el Seis Naciones, pareció respirar con el golpe de castigo transformado por Owen Farrell, que amplió la renta de los visitantes hasta los cuatro puntos (9-13) a menos de veinte minutos para el final.
Tímida reacción que no tardó en confirmarse como un mero espejismo ante la avalancha final del equipo gales, que con dos ensayos, obra de Cory Hill a los 68 minutos y Josh Adams, en el 78, rubricó definitivamente la victoria (21-13).
Un marcador que deja a Gales como único equipo invicto de la competición y una ventaja de dos puntos sobre Inglaterra a falta de dos jornadas, en las que Gales recibirá a Escocia y visitará a Irlanda, mientras que Inglaterra se medirá en Twickenham con Italia y Escocia.
