El luchador de sumo japonés Kisenosato, reconocido como Yokozuna o "gran campeón", ha decidido retirarse tras encajar tres derrotas consecutivas en el torneo de Año Nuevo, según anunció hoy el jefe de su "establo" (escuela).
Kisenosato, de 32 años y originario de la prefectura de Ibaraki (nordeste), abandonará la competición para no faltar al honor del estatus que había alcanzado, después de sufrir una serie de lesiones que mermaron significativamente su rendimiento.
"Aunque lamento mucho no haber cumplido las expectativas de todos como Yokozuna, no me arrepiento ni un poco de mi carrera", dijo el luchador en una rueda de prensa recogida por la cadena pública NHK. Kisenosato, que reveló que a partir de ahora entrenará a luchadores jóvenes adoptando un nuevo nombre, Araiso, reconoció que sus lesiones lo llevaron a plantearse a menudo su retirada, pero que siguió adelante para corresponder el apoyo de los aficionados.
En enero de 2017, Kisenosato se convirtió en el primer luchador japonés en lograr el rango máximo de Yokozuna en 19 años tras conquistar su segunda victoria consecutiva precisamente en el torneo tokiota de Año Nuevo.
Los continuados problemas físicos que acuciaron a Kisenosato el año pasado sembraron las dudas sobre su capacidad para seguir en la cúspide del sumo y provocaron que el pasado noviembre sufriera cuatro derrotas consecutivas en el torneo de Kyushu, la peor racha de un Yokozuna en 87 años.
"Un Yokozuna debe lograr resultados positivos, pero Kisenosato no podía continuar haciéndolo", dijo el máximo responsable de su "establo", Tagonoura, en declaraciones a los medios nipones.
"Me hizo muy feliz ser testigo de su ascenso a Yokozuna, pero después de verlo desde cerca también puedo decir que estaba teniendo dificultades" dijo en alusión a su última etapa Tagonoura, quien también añadió que sus dos años como "gran campeón" han pasado "demasiado rápido".
Kisenosato debutó en el sumo profesional en marzo de 2002, y dos años después alcanzó la competición "makuuchi", primera categoría de este deporte y se erigió como uno de los luchadores nacionales más prometedores. Pese a ser un deporte tradicional japonés, los luchadores de países de Europa del este, como Bulgaria o Georgia, y especialmente los de origen mongol han dominado durante los últimos años la competición.