El lanzamiento de un huevo contra la atleta de origen africano Daisy Osakue, que ha sufrido heridas en un ojo al ser atacada a las afueras de Turín, ha reavivado las críticas de la oposición contra el ministro del Interior, el ultraderechista Matteo Salvini, al que han acusado de fomentar el discurso del odio en el país transalpino.
Osakue, especialista en lanzamiento de disco, ha explicado ante los medios que fue agredida desde un vehículo por unos "cobardes".
"No quiero jugar la carta del sexismo o el racismo, pero la gente debería poder salir sin que alguien te ataque", ha declarado.
El caso ha copado titulares en Italia por la polémica abierta en relación a Salvini, que en los últimos meses ha agitado el discurso xenófobo desde su llegada al Gobierno, en el marco de un acuerdo entre su partido, la Liga, y el Movimiento Cinco Estrellas de Luigi Di Maio.
"Los ataques contra personas con una piel de un color distinta son ahora una emergencia. Es una evidencia que nadie puede negar, especialmente si está sentado en el Gobierno", ha tuiteado el exprimer ministro Matteo Renzi.
"¿Hay una emergencia de racismo en Italia? No hay que ser estúpidos", ha respondido Salvini en un comunicado ante las críticas por el caso Osakue.
El ministro del Interior ha dicho estar del lado de cualquier víctima de violencia y ha apostillado que la "inmigración masiva permitida por la izquierda no ha ayudado".
Salvini se ha convertido en el rostro más polémico del nuevo Gobierno principalmente por su férrea postura sobre inmigración y, lejos de amilanarse, se ha defendido de viva voz y en redes sociales.
"Tantos enemigos, tanto honor", tuiteó el domingo, utilizando una frase similar a otra del dictador Benito Mussolini.