Tiger vuelve a rugir: la redención del mito del golf que cayó al abismo

Tiger busca, de alguna forma, reconciliarse con el deporte. El golf le dió todo, un lado bueno donde el éxito llevaba su nombre, pero también uno más oscuro: problemas con el sexo y con el abuso de medicamentos.

En 2009 Tiger es noticia, en todo el mundo, tras un aparentemente intrascendente accidente de coche. Detrás está la ira incontrolada de una esposa engañada. Hasta 120 encuentros con otras mujeres. Woods se retira del golf para someterse a tratamiento por adicción al sexo.

Sus marcas le abandonan, Tiger llega a perder entre 10 y 15 millones de dólares al año, pero reaparece en 2010. Todo discurre normal, cierra el 2013 con esta victoria en Memphis, la última hasta ayer.

Entonces aparace una lesión en la espalda. Tiene que operarse cuatro veces. Surge entonces la dependencia a los farmacos para tratar el dolor. Toca fondo una noche de junio de 2017, cuando es detenido en Florida por conducir borracho.

Ha ingerido tantos antidepresivos y calmantes que casi no se tiene en pie. 1.897 días después, el ídolo de America volvía a ganar. Este fin de semana en París, en la Ryder Cup, podremos ver a nuevo Tiger Woods.