La proeza de Emilio Narbón: desapareció pescando y nadó durante 9 horas lesionado

El submarinista profesional Emilio Narbón protagonizó un ejercicio extremo de supervivencia mientras practicaba pesca submarina. Descendió con el arpón como de costumbre, sin embargo, un nudo en el cable de pesca hizo que durante el tiempo que se detuvo a deshacerlo, no se percatase de que la corriente le desplazaba a kilómetros de la embarcación.

Todo empezó a las tres de la tarde cuando se sumergió para pesca, y estando a 30 metros de profundidad, ni si quiera su compañero se percató de que se alejaba.

"No podía luchar contra la corriente"

‘Siko’ que es como le conocen sus seres cercanos, se dio cuenta de la situación y decidió no luchar contra la corriente: “No podía luchar contra ella así que nadé hacia el puerto de Burriana que es a donde me llevaba la corriente, sin embargo hubo un momento en el que cambió la dirección y volvía hacia Nules”.

Además por si fuese poco, se sumergió con una cédula en una de las piernas al ser su primera inmersión tras un accidente laboral donde se había roto la tibia y el peroné.

Para poder seguir nadando con fuerzas tuvo que comer pescado crudo: “En ese momento me comí dos jureles crudos, necesitaba proteína para seguir con fuerzas y no había otra manera de obtenerla”.

Llegó a tierra a medianoche

Estuvo nueve horas hasta que llegó a tierra a medianoche y avistó a dos chicos que le ayudaron. Su prioridad pese a todo lo que había vivido no era otra que avisar a las autoridades de que estaba bien: “Tengo gente cercana en la policía, sé que se juegan la vida en estos operativos y quería avisar de que estaba bien para que parasen la operación”.

¿La clave para lograrlo? “Sabía que podía lograrlo, era consciente de ello y no dejé de nadar”.

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