Surf
Un surfista sobrevive al ataque de un tiburón: "No se inmutaba con mis golpes, hasta que le di en las branquias"
Jack Frost, surfista de 24 años, estaba surfeando en la playa de Gnarabup en Margaret River cuando fue atacado por un tiburón. No lo dudó y comenzó a golpear al escualo para sobrevivir.
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Uno de los mayores temores de cualquier surfista es encontrarse con un tiburón en plena sesión. Eso es lo que le ocurrió a Jack Frost, surfista de 24 años, cuando se encontraba surfeando en la playa de Gnarabup en Margaret River, al suroeste de Australia. Todo ocurrió el 24 de julio y lo peor de todo es que se encontraba solo en ese momento.
En declaraciones a Swellnet, Jack Frost ha explicado que se encontraba sentado sobre su tabla esperando una serie cuando algo le golpeó y le tiró de su tabla. Toda la secuencia la grabó una webcam a pie de playa.
"Estaba sentado en mi tabla y de repente me golpeó con fuerza. Aterricé en el agua y mientras salía a la superficie, pensaba: '¿Qué diablos fue eso?'", explica Frost.
Rápidamente se dio cuenta de que lo que le había golpeado era un tiburón y el animal regresó a por él tras haberle mordido en una pierna. "Decidí que no me iba a rendir, así que me subí a su espalda y le golpeé la cabeza varias veces. No hizo mucho; ni siquiera se inmutó. Pero luego empecé a golpearlo en el costado, hacia las branquias, y debe ser que le di un golpe en un punto sensible porque se sumergió de repente", recuerda el joven surfista.
Frost explica que, una vez se liberó del tiburón, trato de mantener la calma, se subió a su tabla y comenzó a remar hacia la orilla.
"Me estaba diciendo a mí mismo, 'vas a estar bien, vas a sobrevivir'. Solo hacía lo que podía para tratar de mantener la calma", indica Frost, quien de camino a la orilla logró hacerse un torniquete con el leash para no desangrarse.
Al llegar a la arena, el surfista fue atendido por una enfermera fuera de servicio que cenaba en un café de la playa. Desde allí fue trasladado de urgencia al Hospital Margaret River y después al Hospital Bunbury. Frost necesitó 18 puntos en su pierna por le mordisco del tiburón.
Este terrible episodio no le ha quitado las ganas de surfear e incluso de regresar a ese spot. "Tengo ganas de volver allí. Sé que tengo mucha suerte de haber tenido esa experiencia y salir adelante. Antes de esto surfeaba mucho solo; surfeaba en muchos lugares peligrosos y eso nunca me preocupaba. Creo que ahora seré un poco más cauteloso y surfearé con al menos una persona más", explica Jack Frost.
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