Carlos Alcaraz se hace fuerte contra Basilashvili ante una Caja Mágica entregada

Carlos Alcaraz derrotó al georgiano Nikoloz Basilashvili en su primer partido en el Mutua Madrid Open 2022 por 3-6, 5-7. A pesar de la hora, la pista central de la Caja Mágica, la Manolo Santana, estuvo repleta de aficionados.

Este duelo era un partido trampa para el tenista murciano que llegaba a Madrid tras alzarse con el trofeo Conde de Godó en Barcelona y entrar en el Top-10 de la ATP. Se topaba Alcaraz con un Basilashvili que venía de ganar a Fogini.

El georgiano es uno de los habituales en el tour e instalado desde hace años en la élite. Especialista en tierra batida, planteó un partido propio de su estilo: jugadas directas y con fuerza desde el fondo de la pista. Basilashvili jugó a piñón y obligó a Alcaraz a remangarse y a mostrar al público la madurez y la experiencia que ha adquirido en los últimos meses, consagrándose así como el jugador más prometedor del circuito.

Perdió el joven tenista que mañana cumplirá 19 años pronto su saque y el georgiano se situó 3-1. Pero Alcaraz, habituado a las remontadas como otro clásico de su juego, siguió a lo suyo y no dejó que Basilashvili le diera ningún susto más hasta la segunda manga. En los 6 juegos consecutivos que logró el de El Palmar, uno levantó a la Manolo Santana de sus asientos.

Fue ya con 3-5 en el marcador. Basilashvili atacaba duro y fuerte y Alcaraz defendía desde el fondo de la pista. Cuanto más parecía que el georgiano iba a ganar el punto, el murciano respondía con otro golpe, alguno al límite, para mandar la bola de vuelta al otro lado de la pista. En su defensa, Alcaraz se fue haciendo fuerte hasta que Basilashvili salió a rematar y ahí el joven le pilló plácidamente.

Partido serio y sin florituras

En el segundo set, le tocó remar al español. Basilashvili llegó a ir 2-0 y 4-2. Pero, de nuevo, Alcaraz sacó su tenis más sólido para hacer frente a la situación y poner el 7-5 definitivo. La pista central de la Caja Mágica se entregó de lleno al murciano. Coreó su nombre, celebró cada punto y aplaudió cada '¡Vamos!', un grito que ya deja de ser exclusivo de Rafa Nadal.

La famosa dejada de Alcaraz no brilló tanto, no era partido de florituras. A pesar de las horas, (saltó a la pista a las 22:44 horas después de que el partido entre Raducanu y Kalinina se decidiera en el tercer set) 10.000 personas se mostraron entregadas al tenista, una cifra de la que se mostró sorprendido y agradecido al término del encuentro.

El partido acabó pasadas las 12 de la noche y Alcaraz tendrá que trasnochar ya que, como de costumbre, hizo algo de bicicleta después, una parte esencial de su rutina de recuperación. El joven va por el lado duro del cuadro, el mismo que Rafa Nadal que el año pasado le eliminó del torneo y con el que podría cruzarse en cuartos. El balear debuta este miércoles contra Miomir Kecmanovic.

El legado eterno de Rafa Nadal que le convierte en una leyenda del tenis y el deporte