Tenis
Daniil Medvedev carga contra la tierra batida: "Personalmente, soy feliz cuando termina la temporada de arcilla"
El tenista ruso vuelve a dejar claro que la tierra batida no es la superficie que más le gusta. "Cada bote es un mal bote, e incluso cuando es un buen bote, esperas uno malo", subraya Daniil Medvedev.
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El reciente campeón del Masters 1.000 de Miami, Danil Medvedev, se encuentra inmerso ya en la gira de tierra batida. El circuito se adentra en una serie de torneos sobre esta superficie que se coronará el próximo mes de mayo y junio con la disputa de Roland Garros. Para el tenis español la llegada de esta superficie suele traer buenas noticias y victorias, pero hay tenistas que no juegan su mejor tenis sobre la arcilla de ladrillo.
Un ejemplo es Roger Federer, quien acumuló muchas decepciones en Roland Garros, un grand slam que solo pudo conquistar en 2009, tras perder tres finales consecutivas ante Rafa Nadal. Al igual que al extensita suizo, a Daniil Medvedev tampoco le gusta mucho jugar sobre tierra batida y el ruso no esconde que no se trata de su superficie favorita.
Tras su triunfo ante el italiano Lorenzo Sonego (6-2 y 6-2) en los dieciseisavos de final del Masters de Montecarlo, Medvedev dejó la siguiente reflexión.
"No me gusta la tierra batida, e incluso si gano partidos, prefiero las pistas duras. Aun así, haré todo lo posible para ganar todos los partidos. Personalmente, soy feliz cuando termina la temporada de arcilla. Pero una vez más, intentaré hacerlo bien de todos modos", indicó el tenista ruso.
"Cada bote es un mal bote, e incluso cuando es un buen bote, esperas uno malo. Necesitas jugar de manera diferente, encontrar distintos ángulos, jugar más alto, el saque es diferente también. Además, debido a que hay malos botes, incluso si un oponente no saca tan fuerte, puedes tener problemas para restar", reflexionó Medvedev.
"En tierra batida es mucho más difícil para mí sentir el juego"
Este jueves el tenista ruso se medirá al alemán Alexander Zverev en los octavos de final del Masters de Montecarlo, un torneo que no han jugado ni Nadalni Alcaraz por lesión.
"En tierra batida es mucho más difícil para mí sentir el juego. Después del partido, me es difícil para mí decir si jugué bien o no, pero me dijeron que jugué bien, y el marcador lo reflejó. Me sentí en control. Estoy muy contento. Esto me da confianza para el próximo partido. Va a ser difícil, una gran prueba contra Zverev", concluyó Medvedev.
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