Tras una mala racha de resultados, eliminándose de Wimbledon en la primera ronda del torneo y afirmando que no volvería a jugar al tenis hasta que se viera con ganas, Garbiñe Muguruza ha decidido poner fin a la relación que le unía con Sam Sumyk, quien ha sido su entrenador durante los últimos cuatro años.
Se trata del técnico con el que llegó a ser número 1 y consiguió ganar Wimbledon y Roland Garros, pero con el que también mantenía una vinculación tormentosa, con varios episodios desagradables entre ambos. La tenista ha querido anunciarlo en redes sociales y agradecer al que ya es su ex-técnico el gran trabajo realizado durante los últimos cuatro años.
"Unas palabras para anunciar el fin de una Extraordinaria aventura. Dos Grand Slams y número uno Mundial. Más que agradecida por estos 4 años. Gracias Sam", ha dicho Garbiñe en Twitter.