El primer Masters 1.000 de la temporada, BNP Paribas Open (Indian Wells), que estaba programado para que comenzase este miércoles, ha sido suspendido después de que se confirmara este domingo el primer caso de coronavirus en el Valle de Coachella (California). Además, se está pensando aplazar el abierto de Miami e incluso el de Montecarlo.
El número dos del mundo, Rafa Nadal, ha expresado en redes sociales su sentir horas después de anunciarse que Indian Wells se suspendía. "Probablemente todos escucharon las noticias. Indian Wells cancelado. Muy triste por todo lo que está sucediendo en todo el mundo con esta situación. Esperemos pronto soluciones de las autoridades. Mantente bien y seguro".
La decisión de suspender el abierto se basó en las recomendaciones de los profesionales médicos. "Existe un riesgo demasiado grande, en este momento, para la salud pública del área del condado de Riverside al realizar una gran reunión de este tamaño", explicó en un comunicado el doctor David Agus, profesor de medicina e ingeniería biomédica de la Universidad del Sur de California. Se ofrecerán reembolsos para los aficionados o un crédito para el torneo del año que viene.
El torneo esperaba atraer este año a medio millón de aficionados al tenis. El director del torneo, Tommy Haas, informó de que los organizadores están barajando diferentes fechas para jugar el torneo y están tanteando diferentes opciones.
Medidas tomadas
Ya a principio de a semana, Indian Wells anunció las medidas que tenía programadas para combatir el coronavirus. Así, habría 250 puestos de desinfección y cada tenista tendrá sus propias toallas y una silla en la parte de atrás de las pistas para que pudieran colocarlas. Se evitaría dar la mano a otros jugadores y tocar mascotas.
Los recogepelotas utilizarán guantes y no podrán tocar las toallas de los jugadores ni las bebidas. La interacción entre tenistas y aficionados se ve reducida: no se debería dar ni cintas de pelo, ni muñequeras ni nada que se haya utilizado durante el transcurso del encuentro además de objetos para firmar autógrafos.
También tendrían que haber utilizado guantes los trabajadores de restaurantes y proveedores de alimentos, y los voluntarios que revisen las entradas.