Tenis
Juan Martín del Potro y su lucha con sus lesiones de rodilla: "Me levanto y tomo entre 6 y 8 pastillas; una pesadilla sin final"
El tenista argentino publica un vídeo en sus redes sociales en el que cuenta el calvario con sus lesiones de rodilla que le han llevado a retirarse del tenis. "No tengo más ilusión por jugar porque el cuerpo no me lo permite", reconoce Del Potro.
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Juan Martín del Potro, uno de los mejores tenistas argentinos de la historia y campeón del US Open 2009, ha relatado en un vídeo el terrible calvario que ha vivido en los últimos años con sus lesiones de rodilla, una dolencia que le ha supuesto una "pesadilla sin final" y que le ha limitado en su día a día, hasta llevarle a su retirada del tenis. Su último partido como profesional fue ante Federico Delbonis en el torneo de Buenos Aires 2022 y, a partir de ese día, el de Tandil ha vivido un auténtico infierno.
"Cuando yo juego el último partido con Delbonis, la gente no supo esto y yo nunca lo conté, pero al día siguiente cogí un avión a Suiza y me volví a operar la rodilla. Esa fue mi quinta cirugía. A partir de ahí nunca más hice públicas mis cirugías porque en la rueda de prensa previa a mi partido con Federico yo digo que posiblemente sea mi último partido. Ahí encontré un poco de paz y corté con algo que me pasaba constantemente que era 'Delpo, ¿cuándo vuelves a jugar? ¿cuándo te vuelvo a ver en un torneo?' Yo no podía más por el dolor de piernas. Pensé que esto lo tenía que hacer en perfil bajo, en secreto y, si llega a funcionar, hago un anuncio de que vuelvo realmente. Estuve en Suiza dos meses encerrado en un pueblo cerca de Basilea... me operaron, rehabilitación y las cosas no funcionaban", comienza explicando el tenista argentino.
"No tengo más ilusión por jugar porque el cuerpo no me lo permite"
"A los dos meses y medio me dicen 'nos quedó otra cosita, te tenemos que volver a operar'. La sexta operación. Después me fui a Estados Unidos, seguí con la rehabilitación, y entre cirugía y cirugía probaba tratamientos. Debo de tener más de 100 inyecciones en la pierna, en la cadera y en la espalda. Me infiltraron, me sacaron sangre, me analizaron, me quemaron nervios, me bloquearon tendones... Es un sufrimiento que tengo a diario. Así vengo de ese último día con Federico y hasta el día de hoy, contando los dos años previos al día de mi lesión. El partido era para decir 'Ciao, tenis, esto no va a más'. No tengo más ilusión por jugar porque el cuerpo no me lo permite", admite Juan Martín del Potro.
"Viene siendo como una pesadilla sin final"
El tenista de Tandil y ganador de 22 títulos ATP, junto a dos medallas olímpicas, explica cómo comenzó su tortuoso camino en 2019, con la primera operación de rodilla.
"Cuando yo me operé la primera vez el médico me dijo: 'En tres meses vas a volver a jugar'. Esto fue en 2019 y me apunté a los torneos de Estocolmo, Basilea y París porque el médico me dijo que llegaba bien para jugar. Y desde aquella primera cirugía hasta hoy nunca he podido subir una escalera sin dolor. En un viaje a Tandil, que hago a diario, tengo que pararme a mitad de camino a estirar las piernas. Me duelen las piernas muchas veces al dormir, cuando me giro de lado me despierto porque me pegan unos pinchazos que son muy feos. Viene siendo como una pesadilla sin final y a la que cada día intento buscar solución, buscando médicos, alternativas y todavía no las encuentro. Todo empezó en aquella primera operación, y cada vez que lo pienso, me emociono mal porque me da mucha bronca, angustia, impotencia, pero no lo puedo cambiar esto", asegura Delpo.
"Siento que tengo que contarles cómo estoy porque me hace bien y siempre tuve conexión con el público y tal vez este mensaje pueda inspirar y ayudar a otra gente. Mi vida cotidiana no es la que yo deseo. Era un tipo muy activo que le gustaba mucho hacer deporte, no solo jugar al tenis, y de repente te invitan a jugar al fútbol y soy el que lleva el mate y se sienta afuera, o van a jugar al pádel y grabo los vídeos, y para mí es terrible. Además, en el plano deportivo me quitaron la ilusión de hacer lo que siempre me gustó hacer, que era jugar al tenis. Es muy difícil tener que 'caretear' todo 24 horas, es muy complicado y hay veces que no tengo más ganas. No soy indestructible, soy como cualquier persona que tiene sus cosas buenas y sus cosas malas pero tengo ese plus de que tengo que poner buena cara en determinadas situaciones y no tengo energía. Me consume mucho lo de la pierna, me consume anímicamente todo, porque no solo estoy en esa búsqueda de mejorar, sino que además padezco el día a día. Yo me levanto y tomo entre 6 y 8 pastillas: un protector gástrico, un antiinflamatorio, un analgésico, una para la inflamación, una para la ansiedad... Me dicen que baje de peso pero la medicación me hace subir (de peso), que no coma azúcar ni harina... ¿Qué tiene que ver eso con mi rodilla? Yo pensaba 95 kilos y me dolía para subir la escalera. Y todas esas cosas que te dicen los médicos y más gente que se mete para decirte que tiene tal máquina, y lo he probado", señala el tenista argentino.
"Me operé ocho veces con médicos por todo el mundo gastando fortuna"
Del Potro admite que ese dolor crónica en su rodilla le ha quebrado anímicamente y en su día a día.
"Una cosa son las piedras que pueden aparecer en el camino, como las lesiones, que para un atleta es lo más complicado, y otra cosa ya es el dolor emocional. Yo me sentía muy poderoso y muy fuerte a la hora de afrontar esas piedras que me aparecían y que siempre le ganaba dentro de lo lógico. Era fuerte pero al final del día me doy cuenta de que no lo soy tanto. Porque con la rodilla, siento que me ganó. Me operé ocho veces con médicos por todo el mundo gastando fortuna. En cada momento que me ponían la anestesia sentía que salía bien operado y que no me iba a doler más y que iba a estar dando la vuelta al dique en Tandil sin dolor y al cabo de 2-3 meses vuelvo a llamar al médico para decirle: 'Esto no funcionó, estoy igual que siempre'", asegura el de Tandil.
"Me metían una aguja de 30-40 centímetros en medio del fémur buscando bloquearme nervios sin anestesia porque el doctor tenía que saber si me había hecho un buen bloqueo o no de acuerdo a lo que yo sentía y no me podía anestesiar. Y yo gritando y saltando en las camillas sufriendo ese dolor para que me diga 'Probá, que esta funcionó' y yo hacía 'tac', y decía 'me duele'. Y así una vez tras otra", cuenta Del Potro.
"O te insinúan que el problema es psicológico, no sabes porque estás metido en esto y, a veces, no lo soportas más. Es terrible y no sé cuándo va a terminar porque tengo otra gran pelea con los médicos que me dicen 'ponte una prótesis y deja de joder'. Y digo: 'Vale, ¿Qué me garantiza la prótesis?' Y me dicen que voy a tener mejor calidad de vida. Y es lo que yo busco, ya no busco más si correr, jugar al tenis o jugar un partido con mis amigos. Pero luego viene otro y me dice que soy muy joven para la prótesis. Espérate a los 50. Y digo: 'Flaco, desde los 31 no corro, no subo a una escalera, no puedo patear una pelota, no jugué más al tenis... ¿voy a tener 15 años de mi vida así para que a los 50 me pongan la prótesis y vivir más o menos bien a los 60?' Ahora estoy en esa discusión. Y también es terrible, porque te dicen: 'Estos son los escenarios, decididlo vos'. Ypor qué tuve que tomar esa decisión si el médico eres tú, que me dijiste tiempo atrás 'tienes esta lesión, haz esto' y estaba tan convencido. ¿Por qué ahora tengo que definirlo yo? Estoy metido en eso y ojalá algún día se acabe porque quiero vivir sin dolor", apunta Del Potro.
Por último, el tenista argentino agradece a Novak Djokovic el acceder a jugar un partido con él para despedir la carrera del tenis de la 'Torre de Tandil'.
"Me puse de nuevo con la dieta, bajé peso, me puse a entrenar. Quiero llegar lo mejor y lo más en forma posible. Es un evento para decir adiós. Ya no hay más vuelta atrás y el toque final se lo da Djokovic, que fue muy generoso en aceptarlo y en poder venir. Más allá de mi momento personal, junto a la gente, le demos mucho amor a él, que se lleve el mejor recuerdo de Argentina y sus fans argentinos. Y si puedo tener un poco de paz en mi pierna durante una, dos o tres horitas y disfrutar de una cancha de tenis por última vez sería muy bonito. Y poder devolver desde dentro y junto a Novak un lindo momento a tanto amor y cariño y que se lleven un buen recuerdo de esa noche", concluye Del Potro.
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