El jugador de tenis más longevo del mundo se resiste a abandonar Kiev, aunque su hija quiera llevarlo a Polonia

En mitad de la guerra, a veces, también surgen historias de esperanza. Es el caso de Leonid Stanislavski, de 97 años que siendo el tenista más longevo del mundo, se resiste a abandonar su país, Ucrania. "Me quedo aquí. Como tengo problemas de oído no escucho las bombas por las noches. Tengo un refugio pero no bajo a resguardarme. Mi casa aun sigue intacta y sigo haciendo vida normal. Solo espero poder jugar al tenis pronto", confiesa.

Su hija Tanya ha podido salir del país hacia Polonia, y aunque quiere lo mismo para su padre, Leonid no lo acepta. "Mi hija Tanya está en Polonia y quiere que vaya allí. Ya le he dicho que me quedo aquí", apunta.

Vive en la ciudad de Járkov, una de las más atacadas del país. Haber vivido la guerra mundial, le hace reflexionar. "Nunca pensé en vivir otra, y aún más aterradora guerra. Esto es el siglo XXI y no puede haber guerra. Debe parar ya", advierte.

Jugó con Rafa Nadal

Este longevo tenista, que tuvo la oportunidad de jugar con Rafael Nadal en su academia de Manacor, recibió el pasado mes de julio el Récord Guinness como el tenista más viejo del mundo. El tenis es lo que mantiene vivo a Leonid. Y aunque su mayor ilusión es practicar el deporte que ama, la guerra es lo único que le preocupa ahora mismo.

"Es una guerra absurda en la que están muriendo inocentes de ambos bandos. Las madres pierden a sus hijos, maridos… No hay nada de bueno en esto" exclama. El testimonio de un superviviente de la guerra con un solo deseo, que pare la guerra y poder volver a jugar al tenis.

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