La pandemia de coronavirus pone en riesgo la celebración del Open de Australia después de que se detectaran tres positivos en los vuelos fletados para los tenistas procedentes de Los Ángeles y Abu Dabi.
La organización del Open de Australia ha decidido poner en cuarentena a cerca de 50 tenistas que viajaban en estos vuelos para evitar una posible propagación que ya si sería definitiva para cancelar el Grand Slam.
Por ello, a pesar de haber dado negativo en coronavirus, estos tenistas tendrán que permanecer en cuarentena y por ahora solo podrán entrenar aquellos que llegaron el jueves a Melbourne.
Una de las tenistas que viajaban en estos vuelos y que se encuentra en cuarentena preventiva es la española Paula Badosa. Tanto ella como el resto de los profesionales de la raqueta que están en aislamiento deberán permanecer al menos 14 días, lo que dificulta su participación en el Open de Australia.
Los positivos detectados en los vuelos corresponden a una azafata y al entrenador de Lauren Davis, en el vuelo de Los Ángeles y a un pasajero en el vuelo procedente de Abu Dabi.
