El tenista español Rafa Nadal buscará el domingo su duodécimo título de Roland Garros, segundo 'Grand Slam' de la temporada, después de clasificarse este viernes para la final tras desarbolar al suizo Roger Federer en tres sets por 6-3, 6-4, 6-2 en apenas dos horas y media de partido.
El duelo, el 39 entre ambos, había despertado mucha expectación en París, pero el balear se encargó de que el espectáculo no se alargase demasiado con una actuación repleta de solidez en unas condiciones complicadas por el fuerte viento reinante en la abarrotada Philippe Chatrier, que no impidió que se viesen golpes de maestro.
Federer, que no jugaba contra el de Manacor en este escenario desde la final perdida de 2011, pareció quedarse clavado en el tiempo. Pese a su inferioridad ante el que considera el 'rey' de la tierra batida, su buen hacer en su camino hasta esta semifinal cuatro años después de su última aparición en la capital francesa, auguraban algo de optimismo, pero como antaño, el once veces campeón fue implacable y le fue minando la moral hasta que casi le obligó a rendirse antes de tiempo.
Nadal mantuvo impoluta su hoja de servicios en el torneo, donde nadie le ha ganado todavía en la penúltima ronda y donde estadísticamente eleva su nivel y su fiereza. El de Basilea intentó aguantar, pero tras perder la segunda manga de una forma un tanto imprevista, dejó vía libre al de Manacor hacia su vigesimosexta final de 'Grand Slam' donde buscará su decimoctavo título.
El segundo cabeza de serie tan sólo cometió 19 errores no forzados pese a que las condiciones, que no impidieron ver puntos geniales de ambos, y se fue hasta los 33 ganadores, siendo demoledor con su 'drive', pero muy bien acompañado por la mejor versión de su revés a dos manos. Al suizo, en cambio, le lastraron más sus errores no forzados (34) y una mayor solidez en su servicio.
Y esto se demostró ya desde el inicio, con el español rompiendo su primer saque y poniéndose 3-0 arriba. Sin embargo, el helvético no perdió la compostura y supo recuperar ese 'break' antes de que Nadal, en su sexta oportunidad, quebrase por segunda vez, una ventaja que ya no desperdició.
Federer se recompuso rápidamente de la pérdida del primer set y fue el que se puso por delante tras romper y ponerse 2-0. Pero como en la anterior manga, la alegría le duró un suspiro porque el balear encontró la fórmula al resto para equilibrar de nuevo el partido.
Entonces, y pese a las complicaciones por el aire, los dos supieron tirar de más fortaleza con su saque. El ganador de 22 'grandes' tenía la ventaja de la presión de ir por delante en el marcador y esperaba hacer valer esa baza cuando sacaba con 4-4 y dominaba 40-0. En cambio, Nadal no se dejó llevar y peleó para salvar ese juego recibiendo el premio de un más que valioso 'break'.
Esa rotura tuvo doble premio. Al español le valió para luego sentenciar el segundo parcial con su servicio y además fue un duro golpe para su rival. Sólo John Isner (2011) y Novak Djokovic (2013) habían podido jugar cinco parciales con el 'rey de la tierra' en París y ninguno había ganado. La cuesta era demasiado empinada y el suizo bajó algo los brazos. Nadal no perdonó y a base de golpes ganadores (13) puso la directa hacia una final donde espera al ganador de la semifinal entre Novak Djokovic y Dominic Thiem.