A los 31 años, Bautista está exhibiendo el mejor tenis de su carrera. Tras estrenarse en cuartos de final de un 'grande' en el pasado Abierto de Australia, donde su verdugo fue Stefanos Tsitsipas, repetía oportunidad, esta vez sobre la hierba londinense, y no la desperdició para seguir soñando con la primera final de 'Grand Slam' de su carrera.
Pese a que Djokovic llegará a la semifinal como vigente campeón y destacado líder del ranking mundial, este año ya ha sucumbido en sus dos duelos precedentes. Primero ocurrió en semifinales de Doha (3-6, 7-6, 6-4) y se repitió la historia en octavos del Masters 1.000 de Miami (1-6, 7-5, 6-3).
Bautista intentará una tercera sorpresa aprovechando su gran momento de forma, que esta vez se cobró como víctima a Pella, otro jugador que nunca había llegado tan lejos en Wimbledon. Con cuatro horas menos de juego en este torneo que su rival, que venía de remontar en cinco mangas ante Milos Raonic, aprovechó su mayor frescura física y mental para ganar en tres horas y seis minutos de encuentro.
El jugador de Benlloch, que se había metido entre los ocho mejores sin ceder si un solo set, logró extender su racha dos parciales más, hasta un total de 14, para dejar encarrilada su victoria. Se llevó la disputada primera manga, donde entre ambos se repartieron 16 bolas de rotura, y no dio opciones en la segunda, donde se colocó con una renta inicial de 2-0 que supo defender.
Su único momento de dudas llegó en el tercero, cuando encadenó varios errores y facilitó que Pella se colocara 3-0 arriba. La reacción llegó tarde y no pudo evitar que se llegara al cuarto set, pero en ese momento recuperó el mando del juego y volvió ser muy superior al argentino, que acabó cometiendo 51 errores no forzados.
Por su parte, Bautista finalizó con 42 ganadores y 35 errores un encuentro que difícilmente olvidará, aunque sabe que la euforia no es una opción si quiere tener opciones el viernes ante un tetracampeón de Wimbledon como Djokovic.