Roger Federer nunca ha escondido su predilección por la comida, en especial por los dulces. "No me suento mal por eso", aseguró el suizo. Lo cierto es que el ganador de 20 Grand Slams se ciuda para mantenerse en la élite, pero si un día puede disfrutar de una 'fondue', lo hará.
'Business Insider' desvela los secretos del suizo en cuanto a comida. Para desayunar, a Federer le gusta comer unos gofres que acompaña con compota de fruta, acompañados de zumos y café. Antes de cada partido, en concreto dos horas antes, se toma un plato de pasta con salsa ligera, algo que lleva haciendo "durante 20 años".
Una vez está en la pista, come plátanos, barras energéticas y bebidas isotónicas. Cuando sale de las pistas y no le toca competir, se decanta por el helado, el chocolate, las golosinas... aunque uno de sus intocables es el queso, uno de sus platos preferidos.