Trojena: un resort de alto nivel que formará parte de los Juegos Olímpicos de Invierno 2029

Arabia Saudí será la sede de los Juegos Asiáticos de Invierno de 2029 en el resort de Trojena, ubicado en la ciudad futurista de Neom, a orillas del mar Rojo. Lo anunció este martes el ministro de Deportes saudí, Abdulaziz bin Turki.

"Nos enorgullece anunciar que hemos ganado la candidatura para albergar los Juegos Asiáticos de Invierno de 2029 que se celebrarán en Trojena. Somos el primer país de Asia occidental en lograrlo. Esto seguirá colocando al reino como uno de los países líderes en el deporte", dijo el ministro en un tuit en su cuenta oficial.

El pasado marzo, Arabia Saudí presentó Trojena, un multimillonario proyecto con el que espera atraer a cientos de miles de turistas, además de ofrecer una experiencia única que combina esquiar en la nieve y disfrutar de las áridas dunas de arena del desierto del país árabe.

El proyecto: situado en la ciudad futurista de Neom

El proyecto, lanzado por el príncipe heredero saudí y nuevo primer ministro, Mohamed bin Salmán, se enmarca en su programa para reformar el país, Visión 2030. Está situado en el centro de la ciudad futurista de Neom, una macrociudad que se encuentra a unos 2.600 metros sobre el nivel del mar.

En Neom se aplicarían las tecnologías más avanzadas disponibles e imperaría un cierto principio de extraterritorialidad: no imperarían allí las leyes vigentes que hay en el resto de la monarquía saudí, intentando que se convierta en un polo de atracción de inmigración occidental de alto nivel. El presupuesto oficial de construcción se estima que será de unos 500.000 millones de dólares.

La nieve se adueñará del desierto en unos 30 kilómetros de pistas en un entorno con hoteles, un lago de agua dulce y plazas para 700.000 visitantes. La ciudad estará en pie en 2026.

Neom ya ha recibido críticas

Neom ya ha recibido críticas, entre otras, por haber expulsado a unos 20.000 miembros de la tribu beduina huwaitat. También están en duda las condiciones de los trabajadores de estas enormes construcciones, las leyes que se aplicarán allí (supuestamente más liberales y distintas a las del resto de Arabia Saudí) y los beneficios para los sauditas.

Pero si hay algo que se cuestiona, por encima de todo, es su sostenibilidad. Y es que según los propulsores, todo será ecológico, pero los expertos consideran que eso es muy difícil de creer.

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